TUS AMIGOS SON IMPORTANTES

MEMORIZA: «No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.» 1 CORINTIOS 15:33

LEE: 2 CORINTIOS 6:14 – 18

Somos templo del Dios viviente

14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:

Habitaré y andaré entre ellos,

Y seré su Dios,

Y ellos serán mi pueblo.

17 Por lo cual,

Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,

Y no toquéis lo inmundo;

Y yo os recibiré,

18 Y seré para vosotros por Padre,

Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

BIBLIA EN UN AÑO: Job 34:1-36:33 2 Corintios 4:1-12

MENSAJE

Hay un refrán que dice, «Dime quien es tu amigo, y te diré quien eres» Esto es cierto porque, no importa quien pretendas ser, los amigos que tienes dicen muchísimo sobre tu personalidad.

Hace muchos años, yo y mi mejor amigo en ese momento éramos populares entre los compañeros del colegio, por nuestro estilo de vida poco saludable, a mi me pusieron el mote de «Adesco», y a él le llamaban «Emmanuello Morgana.» Éramos pecadores, y bebíamos alcohol en exceso, teníamos muchas novias, frecuentábamos la discoteca, y en general, destrozábamos nuestras vidas, hasta que Jesús. tuvo misericordia de nosotros. Ciertamente, no hay ningún disfrute en el mundo que se pueda comparar al gozo que hay en Jesús, porque yo, podría haber contraído fácilmente una enfermedad de transmisión sexual incurable, o podía haber tenido problemas de hígado debido al exceso de alcohol. Sin embargo, Dios decidió mostrar misericordia sobre mi.

En el momento en el que entregué mi vida a Cristo, mis amigos se dieron cuenta. Ellos al principio pensaron que estaba fingiendo, hasta que vinieron a mi casa un día, y me pidieron que les sirviera las bebidas alcohólicas de costumbre, pero solo les serví refrescos. Poco a poco, dejaron de ser mis amigos, cuando se dieron cuenta de que nuestros estilos de vida ya no eran los mismos. Estoy agradecido de crear amistad con algunas otras personas con mis mismos valores después.

No te dejes engañar; tu estilo de vida, y también el de tus amigos, debe reflejar que tú eres un hijo de Dios.

PUNTO CLAVE: Los amigos que frecuentas son un reflejo de cómo eres tú.

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Amén