MANEJANDO LA OPOSICIÓN

MEMORIZA: «Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.» JEREMÍAS 20:11

LEE: JEREMÍAS 20:7 – 13

Lamento de Jeremías

Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. 10 Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. 11 Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. 12 Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa.

13 Cantad a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Crónicas 1:1-2:17, Hechos 23:11-35

MENSAJE

Jeremías era un profeta de Dios que a menudo tuvo que dar mensajes «difíciles» al pueblo de Judá. A pesar de enfrentarse a desafíos, oposición y persecución, él permaneció fiel a su llamado. En la lectura Bíblica de hoy, él oró sin descanso por entendimiento y liberación, buscando la dirección de Dios y la fortaleza en su ministerio. Dios le dio seguridad a Jeremías de Su presencia y le prometió la victoria final, aunque continuó soportando dificultades.

Créeme, no me gustan los problemas para nada. Si yo fuera Jeremías, hubiera buscado formas más sutiles de dar los mensajes «difíciles» de Dios al pueblo, para evitar cualquier conflicto. Hay profecías que Dios me revela sobre mi país o el mundo que no me gustaría tener que decirle a nadie, en vez de eso, empiezo a ayunar e interceder por mi país o el mundo. Sin embargo, admiro el coraje de Jeremías para decir las cosas exactamente como son, sin medias tintas ni maquillaje.

Si Dios alguna vez te ha dicho algo sobre tu nación o alguien antes, quizás estás llamado a ser un intercesor/a. No esperes hasta ser mayor para empezar a interceder por otros. Ten en cuenta sin embargo, que tanto si tienes el llamado como si no, a todo el mundo se le ha dado la responsabilidad de interceder por las naciones del mundo. Salmos 122:6 nos dice que oremos por la paz de Jerusalén. Por lo tanto, si queremos estar bien con nuestra Jerusalén (nuestro país) debemos orar.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Ora por tu país por los próximos 10 minutos.

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Amén