MEMORIZA: «ehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;» 2 CRÓNICAS 6:14
LEE: 2 REYES 4:8 – 37
Eliseo y la sunamita
8 Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. 9 Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que este que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. 10 Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.
11 Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió. 12 Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. 13 Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. 14 Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo. 15 Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta. 16 Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. 17 Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho.
18 Y el niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; 19 y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. 20 Y habiéndole él tomado y traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió. 21 Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió. 22 Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. 23 Él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo.[a] Y ella respondió: Paz. 24 Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere. 25 Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo.
Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. 26 Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien. 27 Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado. 28 Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no te burlases de mí? 29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y ve; si alguno te encontrare, no lo saludes, y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño. 30 Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. 31 Él entonces se levantó y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el báculo sobre el rostro del niño; pero no tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta.
32 Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. 33 Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová. 34 Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor. 35 Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. 36 Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. 37 Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió.
BIBLIA EN UN AÑO: SALMOS 141 – 150
MENSAJE
En la lectura Bíblica de hoy, la mujer sunamita sembró en la vida de Elías continuamente hasta que él encontró inspiración sobre qué le daría a cambio. Al final, ello consiguió una bendición que transformó su vida. He aprendido de esta historia que si bendices verdaderamente a un hombre o mujer de Dios, has entrado en un pacto de asociación con Dios, y no tendrás que orar por algunas de tus necesidades, para que Dios las supla.
Tenemos un grupo en la Iglesia Cristiana Redimida de Dios llamado Socios de Pacto. Estas son personas que silenciosamente levantan mis manos a nivel financiero. Me reúno con ellos una vez al año, y en una reunión en particular, el Espíritu Santo me guió a decir, «Aquellos que han estado levantando mis manos, si alguno de vosotros tiene deudas, Dios pagará tu deuda» Un hombre entre ellos gritó «Amén»
Él tenía unos 50 años y tenía muchas deudas. La semana siguiente, el banco al que debía le llamó para reunirse con el Director General. El Director General le preguntó, «Señor, ¿cómo va con los pagos de su deuda? Denos un plan para que podamos saber como trabajar con ello.» Él miró al Director General y dijo, «Incluso si pago un millón de nairas por cada día que he vivido. No podré acabar de pagar esta deuda» Para su sorpresa, el banco le informó después de que su deuda había sido cancelada. oro para que mi Padre, que posee los millares de ganados en los collados (Salmos 50:10), obrará más allá de tu imaginación, en el nombre de Jesús.
Abraham entendió el pacto de asociación con Dios. Después de ir a la guerra en contra de los cinco reyes que lucharon en contra de Sodoma y Gomorra, y conquistarlos, él le dio a Melquisedec, el sacerdote del Dios Altísimo, los diezmos de todos (Génesis 14:18 – 20). Este pacto de asociación llevó a Abraham a una esfera de abundancia sin precedentes, de tal forma que cuando era viejo, la Biblia dice que Dios le había bendecido en todas las cosas (Génesis 24:1)
El servicio de Josué a Moisés le posición como la elección de Dios para liderar a los israelitas hacia la Tierra Prometida (Éxodo 33:11; Josué 1:1 – 2)
También, el servicio de Eliseo a Elías le hizo candidato para una doble porción de la unción (2 Reyes 2:1 – 15).
Dios quiere que entres en un pacto de asociación con Él a través de verdaderos líderes espirituales que Él ha puesto por encima tuyo. Hónrales dándoles apoyo, y como la gran mujer de Sunem, Dios suplirá tus necesidades antes de que se lo pidas.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Comprométete a bendecir a un verdadero mnistro de Dios y cubrir algunas necesidades en tu asamblea local hoy.
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El Poder del Pacto de Asociación en el Reino de Dios
Este devocional revela un principio espiritual profundo – cuando sembramos en la vida de verdaderos siervos de Dios, entramos en un pacto de asociación divino que atrae bendiciones sobrenaturales. La historia de la mujer sunamita demuestra como el apoyo práctico al profeta de Dios desbloqueó milagros extraordinarios en su vida.
1. El acto de pacto de la mujer sunamita
Sus acciones son el modelo perfecto de un pacto de asociación
- Dádiva consistente
- Ella le obligó a comer pan regularmente (v.8)
- No fue un apoyo puntual, sino una inversión sostenida
- Provisión bien pensada
- Construyó un pequeño aposento para Eliseo (v.10)
- Fue más alla de las necesidades básicas para crear un ambiente cómodo
- Corazón expectante
- No pidió nada a cambio al principio (v.13)
- Su generosidad no era una transacción sino adoración
2. La dinámica del Pacto Divino
- Principio de reciprocidad
- Da y se te dará (Lucas 6:38)
- Eliseo buscó la forma de compensar la bondad de ella (v.13)
- Compensación Sobrenatural
- La esterilidad fue cancelada (v.16 – 17)
- Su hijo resucitado (v.34 – 35)
- La tierra restaurada (2 Reyes 8:1 – 6)
- Impacto Generacional
- Su historia sigue siendo un estándar Bíblico
- Continua inspirando a los creyentes cientos de años después
Pacto de Asociación en en el presente
El Testimonio de los Socios de Pacto de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios
- Apoyo anónimo
- Silenciosamente levantando mis manos financieramente
- Sin buscar el reconocimiento público
- Deuda cancelada de forma divina
- Declaración profética sobre los socios
- El banco canceló una deuda imposible
- Confirmación del pacto
- La fidelidad de Dios con Sus términos del pacto
- El millar de ganados sobre los collados» provisión (Salmos 50:10)
Modelos bíblicos de Bendiciones de Pacto
- Abraham y Melquisedec (Génesis 14:18 – 20)
- Los diezmos trajeron una abundancia sobrenatural
- Bendecido en todas las cosas (Génesis 24:1)
- Josué sirviendo a Moisés (Éxodo 33:11)
- Servicio fiel que le llevó a la promoción divina
- Heredó el manto de Moisés
- Elías y Eliseo (2 Reyes 2:9 – 15)
- Doble porción a través del servicio continuo
- el manto transferido a través de una relación de pacto
Entrando en tus bendiciones de pacto
Pasos prácticos hacia el Pacto de Asociación
- Identifica a un verdadero hombre o mujer de Dios
- Aquellos que llevan frutos espirituales (Mateo 7:16)
- Caminando en integridad
- Da alegremente (2 Corintios 9:7)
- Apoyo financiero
- Servicio práctico
- Oración de cobertural
- Espera la recompensa de Dios (Hebreos 6:10)
- No la compensación del hombre sino de Dios
- A su tiempo y forma
Advertencia en contra de los motivos erróneos
- No es transaccional
- No des para «comprar» milagros
- Se requiere un corazón de adoración puro
- No es selectivo
- Apoya tanto a los siervos de Dios famosos como a los que no son conocidos
- Dios ve la dádiva hecha en secreto (Mateo 6:4)
- No es condicional
- Continua dando sin importar la recompensa inmediata
- El pacto funciona según la agenda de Dios
Oración por Bendiciones de Pacto
Dios Fiel que Guarda sus Pactos, deseo asociarme contigo apoyando a Tus siervos. Guíame a verdaderos hombres y mujeres de Dios a los que pueda bendecir. Purifica mis motivos y ayúdame a dar alegremente. Al sembrar en Tu reino, desata sobre mi las bendiciones de pacto de la mujer sunamita – provisión milagrosa, cambios sobrenaturales, e impacto generacional. Que mi vida testifique de la fidelidad de Tu pacto, en el nombre de Jesús. Amén
Vivir en la realidad del Pacto
- Evaluación periódica
- Revisa tu pacto de asociación cada año
- Inversión continua
- Dádiva consistente y apoyo en oración
- Compartir el testimonio
- Declara la fidelidad del pacto de Dios
- Anima a otros a asociarse con Dios
- Plan Generacional
- Enseña a tus hijos los principios del pacto
- EStablece el legado del dar en tu familia
Conclusiones Clave:
- La asociación de pacto desbloquea la provisión sobrenatural
- Dar a los siervos de Dios activa una compensación divina
- La fidelidad en el pequeño apoyo nos lleva a grandes bendiciones
- Dios recuerda y recompensa todo acto de pacto bondadoso
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Amén