MEMORIZA: «El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.» PROVERBIOS 28:13
LEE: SANTIAGO 5:16
16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 13:1-14:29, Hechos 18:23-19:12
MENSAJE
No hay nada nuevo debajo del sol; no importa por lo que estés pasando ahora mismo, alguien más lo ha experimentado antes que tú. El viaje hacia el ser libre de las situaciones negativas empieza cuando la persona se abre a la gente correcta. Si no tratas cualquier pecaso secreto que pueda existir en tu vida ahora, satanás lo usará en contra tuya después en la vida.
Yo solía ser una persona popular cuando era no creyente. Hice todo tipo de cosas negativas, y estoy verdaderamente agradecido a Dios por salvarme a pesar de todo lo que hice. Siempre digo que si yo fuera Dios, no habría salvado a Adeboye. En algunos de mis libros y sermones, me he abierto sobre mi pasado, para que nada me pille por sorpresa en mi futuro. No fue fácil, pero sabía que era lo correcto, para el plan glorioso que Dios tiene para mi vida.
Si quieres destruir ese hábito pecaminoso, se abierto sobre ello con un consejero temeroso de Dios y maduro espiritualmente. Hazte a la idea de cargar con las consecuencias, y serás liberado. No te involucres secretamente en la fornicación, el uso y abuso de drogas, y las cosas mundanas, negándote a arrepentirte. En el último día, todo pecado del que no se haya arrepentido una persona será revelado, después de lo cual, la persona será juzgada.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Si estás luchando on un hábito pecaminoso, habla con una persona madura espiritualmente y temerosa de Dios, que te pueda aconsejar, hoy.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén