MEMORIZA: «Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.» JOSUÉ 3:17
LEE: JOSUÉ 3:14 – 17
14 Y aconteció cuando partió el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, con los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto, 15 cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua (porque el Jordán suele desbordarse por todas sus orillas todo el tiempo de la siega), 16 las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán, y las que descendían al mar del Arabá, al Mar Salado, se acabaron, y fueron divididas; y el pueblo pasó en dirección de Jericó. 17 Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 9:14-10:31, Hechos 17:1-34
MENSAJE
Después de vagar por el desierto durante 40 años, los Israelitas finalmente estaban listos para entrar en la Tierra Prometida. Sin embargo, el Río Jordán se interponía en su camino, y estaba desbordado en esa estación. Dios entonces instruyó a Josué para que el sacerdote llevara el Arca del Pacto y entrara en el río. Tan pronto como el pie del sacerdote tocó el agua el rió dejo de fluir, y los israelitas cruzaron en tierra seca. Ellos confiaron en Dios para guiarles y obedecieron Sus mandamientos a pesar de que parecía una situación imposible.
Tener fe significa confiar en Dios, incluso cuando el camino que tenemos delante es incierto o difícil. Cuando te enfrentes a tu propio «Río Jordán» recuerda que Dios está contigo, y Él hará un camino.
Da un paso adelante en fe, sabiendo que las promesas de Dios son verdaderas y que Él siempre es fiel. Yo creo en que, si estás enfrentándote a algún desafío en este momento, se allanará, y entrarás en tu momento de grandeza, e el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Tu fe pequeña puede mover montañas. Simplemente créelo.
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Amén