Memoriza: «Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.» Isaías 25:1
Lee: 2 Crónicas 20:1 – 28
Victoria sobre Moab y Amón
Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
5 Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; 6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? 8 Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: 9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. 10 Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; 11 he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. 12 ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos. 14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; 15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. 21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. 22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. 23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
24 Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado. 25 Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho. 26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca,[a] hasta hoy. 27 Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos. 28 Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová.
BIBLIA EN UN AÑO:
MENSAJE
La alabanza es un arma que cambia las situaciones que la gente ya ha etiquetado como «sin esperanza», en situaciones de regocijo. En la lectura Bíblica de hoy, tres naciones poderosas se juntaron en contra de Jeosofat y los hijos de Judá. Parecía una situación imposible, pero Dios le dio instrucciones a Jeosofat para que dejara todas las armas y se pusiera cantores en la primera línea de batalla para ofrecer alabanzas a Él. Lo interesante es que los enemigos se destruyeron los unos a los otros, y todo lo que hijo de Judá tuvieron que hacer fue tomar posesión de todos los tesoros que esos tres grandes ejércitos habían traído con ellos a la batalla.
Cuando Pablo y Silas fueron apresados injustamente, usaron el arma de la alabanza. Mientras que alababan a Dios, sus cadenas cayeron, y las puertas de la prisión se abrieron (Hechos 16:25 – 26=. Oro en el nombre que está sobre todo nombre, cuando uses el arma de alabanza, toda situación que ha sido etiquetada como sin esperanzas en tu vida, cambiará para tu bien. El Señor cambiará tu lamento en baile y te llenará de gozo, en el nombre de Jesús.
En Josué 6:2 – 5, la ciudad de Jericó estaba cerrada como medio de protección contra los Israelitas, y la única opción disponible era montar un cerco que podía tardar meses. Dios , sin embargo, le dió a Josué una estrategia que hizo que los muros de Jericó cayeran sin ningún arma física, en tan solo siete días. Cuando el pueblo gritó con fuerza después de que el sacerdote hiciera sonar la trompeta, los muros cayeron (Josué 6:20). Si estás enfrentándote a un desafío de cualquier tipo y aún no has visto resultados incluso después de ayunar y orar, entonces debes de alabar a Dios. Cuando todo falla, la alabanza no lo hará. La alabanza atrae la presencia de Dios; Él habita en las alabanzas de Su pueblo (Salmos 22:3).
Cuando alabamos a Dios, le estamos transfiriendo nuestras batallas, y Él se levanta en nuestro nombre.
La alabanza crea una atmósfera de gozo alrededor nuestro, y es con gozo que podemos atraer soluciones y respuestas de la fuente de salvación (Isaías 12:3). Siempre que el enemigo mantiene a una persona apenada, puede robar sus milagros. Mientras que Ana tuvo un alma amargada; su útero estuvo cerrado. Sin embargo, en el momento en el que se levantó, limpió sus lágrimas y dejó que el gozo la inundara, el Señor se acordó de ella (1 Samuel 1:10 – 19).
¿Estás esperando algo de parte del Señor? ¿Deseas un cambio en tus circunstancias? Deja de quejarte y llevar ese semblante de amargura. Utiliza el arma de la alabanza y mi Dios se acordará de ti y te bendecirá, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Cuando todo lo demás falla, prueba alabar.
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Amén
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La alabanza como arma divina
En la guerra espiritual, la alabanza no es solo un acto de adoración – es un arma poderosa que confunde al enemigo, desmantela fortalezas y desata la intervención divina. Cuando la fuerza humana falla, la alabanza invita a la presencia de Dios para luchar en nuestro nombre.
1. La Alabanza cambia las situaciones imposibles
A. La historia de Jeosofat (2 Crónicas 20:1 – 28)
- Tres ejércitos poderosos (Moab, Amon y los del monte de Seir) vinieron en contra de Judá
- Jeosofat tenía miedo pero buscó a Dios en oración y ayuno (v.3)
- La respuesta de Dios: La batalla no es tuya, sino de Dios (v.15)
- Estrategia divina: En vez de enviar a los soldados, Jeosofat envío a cantores de alabanzas a primera linea de batalla (v.21).
- Resultado: Los ejércitos enemigos empezaron a luchar los unos contra los otros, y Judá solo tuvo que reunir el botín (v. 22 – 24)
Lección:
- Cuando te enfrentes a batallas imposibles, la alabanza cambia la batalla de anos, de las tuyas a las de Dios.
- Dios lucha de forma diferente – a veces sin tu mover un dedo (Éxodo 14:14)
B. Pablo y Silas en prisión (Hechos 16:25 – 26)
- Apaleados y apresados injustamente, ellos oraron y cantaron alabanzas a medianoche.
- Resultado:
- Un terremoto hizo temblar la prisión
- Las cadenas cayeron
- Las puertas se abrieron de forma sobrenatural
Lección:
- Alabar en la hora más oscura desencadena la intervención divina.
- Tu adoración puede romper cadenas espirituales y físicas.
2. La Alabanza derriba fortalezas (Josué 6:2 – 5)
- Los muros de Jericó eran impenetrables, pero la estrategia de Dios no era convecional:
- Marchar alrededor de la ciudad por 7 días.
- El séptimo día, gritar después de que tocara la trompeta.
- Resultado: Los muros se colapsaron sin usar una sola arma (Josué 6:20).
Lección:
- Algunas batallas se ganan no luchando más fuerte sino alabando más alto.
- La alabanza desmantela las barreras invisibles (2 Corintios 10:4)
3. La Alabanza Crea el Clima para los Milagros
A. Dios habita en la Alabanza (Salmos 22:3)
- Cuando alabamos, Dios habita en medio de nosotros, cambiando la atmósfera.
B. El gozo trae respuestas (Isaías 12:3)
- Por lo tanto con gozo haremos brotar el agua de las fuentes de salvación»
- El ejemplo de Ana (1 Samuel 1:10 – 19):
- Ella estaba totalmente rota y hundida en llanto – su útero permaneció cerrado.
- Cuando dejó de quejarse y adoró, Dios abrió su útero
Lección:
- El enemigo intenta mantenerte en un estado de constante tristeza para bloquear tus milagros.
- Las alabanzas cambian el enfoque, dejamos de centrarnos en el problema para centrarnos en el poder de Dios
4.Pasos Prácticos para usar el Arma de la Alabanza
- Alaba antes del Cambio (Como Pablo y Silas)
- Alaba en vez de quejarte (Como Jeosofat)
- Alaba Expectante (Como Josué en Jericó)
- Alaba con gozo (Como Ana después de su oración)
Declaración de Oración
Padre, levanto mi voz en alabanza hoy, me niego a estar desanimado. Al adorarte, que toda cadena sea rota, que todo muro caiga y todo enemigo esparcido. Cambia mi lamento en baile y llena mi boca de testimonios, en el nombre de Jesús. Amén.
Conclusión
Alabar no es solo una respuesta a la victoria – es el camino a la victoria. Cuando no sabes qué más hacer, ALABA A DIOS! Tu alabanza confundirá al enemigo, atraerá la presencia de Dios y provocará cambios sobrenaturales.
Conclusiones Claves para Reflexionar:
- La alabanza es un arma de batalla. Desarma al enemigo.
- Dios lucha de forma diferente. Él trabaja mientras que tu le alabas
- El gozo activa los milagros. No dejes que la tristeza te robe tu progreso.
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