Memoriza: «Orad sin cesar» 1 Tesalonicenses 5:17
Lee: Lucas 18:1 – 8
Parábola de la viuda y el juez injusto
18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Samuel 2:12-3:39, Juan 13:1-30
MENSAJE
Una de las lecciones que he aprendido de mis hijos a medida que crecían, es perseverancia cuando se hace una petición. Si ellos necesitaban algo de mi, a veces enviaban al más pequeño para preguntarme, incluso durante mis tiempos de oración. Al principio no cedía, pero su perseverancia interrumpía mi oración, y me sentía forzado a concederle su petición. Para así poder centrarme en mis oraciones.
De la misma forma, Dios responde a Sus hijos que dependen solamente de Él y no tienen otra alternativa. La viuda de la lectura Bíblica de hoy, conmovió al juez a su favor simplemente porque ella fue persistente con su petición. Al final, el juez hizo justicia con ella delante de sus enemigos.
No juegues con tu vida de oración. Ten un diario donde hacer una lista de tus peticiones y las respuestas que estás esperando de parte de Dios. A medida que pides fervientemente, con súplica y acción de gracias, decreto en esta mañana que recibirás bendiciones más allá de lo que puedas imaginar, en el poderoso nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Sigue orando hasta que algo suceda.
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Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén