Memoriza: «No ames el sueño, para que no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te saciarás de pan.» Proverbios 20:13
Lee: Proverbios 20:4 – 13
4El perezoso no ara a causa del invierno;
Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
5Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre;
Mas el hombre entendido lo alcanzará.
6Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,
Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
7Camina en su integridad el justo;
Sus hijos son dichosos después de él.
8El rey que se sienta en el trono de juicio,
Con su mirar disipa todo mal.
9¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,
Limpio estoy de mi pecado?
10Pesa falsa y medida falsa,
Ambas cosas son abominación a Jehová.
11Aun el muchacho es conocido por sus hechos,
Si su conducta fuere limpia y recta.
12El oído que oye, y el ojo que ve,
Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.
13No ames el sueño, para que no te empobrezcas;
Abre tus ojos, y te saciarás de pan.
BIBLIA EN UN AÑO: Jueces 13:1-14:20, Juan 1:29-51
MENSAJE
La pereza es como una sanguijuela; se pega al huésped, se alimenta de la persona y le roba algunos nutrientes. Si permites que la pereza entre en tu vida, te robará el éxito, el progreso, la riqueza y muchas oportunidades. La pobreza, la escasez, el fracaso y el estancamiento se convertirán en amigos de todo aquel que sea perezoso.
En Génesis 1, vemos a Dios trabajando; Él trabajó seis días antes de descansar al séptimo día. Si quieres ser como tu Padre celestial, debes de trabajar. Debes de ser diligente y trabajar duro, porque esta es la solución en contra de la pereza. Muchas personas se preguntan porque sigo yendo a las cruzadas Ilumina de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios. Algunas personas se me han acercado para decirme que me retire porque me estoy haciendo viejo. Bueno, no me estoy haciendo más viejo, pero no puedo dejar de trabajar; No puedo entretener a la pereza. Seguiré trabajando hasta que Dios me llame de vuelta a casa.
No hay ninguna cantidad de oración ni sesiones de liberación que puedan salvar a una persona perezosa. En otras palabras, la oración no es la solución a la pereza; es el trabajo duro y ser diligente.
PUNTO CLAVE: La oración no hará por ti lo que el trabajo duro puede hacer.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén