Memoriza: «Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.» Salmos 126:1
Lee: Salmos 126:1 – 3
Oración por la restauración
Cántico gradual.
126 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con estos.
3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 24 – 25
MENSAJE
El versículo a memorizar de hoy dice que cuando Dios hizo volver la cautividad de Sión, fue como un sueño. Algunos de los testimonios que Dios te da, hacen que te pellizques de vez en cuando para estar seguro de que estás despierto y no estás soñando. En Salmos 23:5 David dijo, «…Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores…» Ese testimonio fue más que suficiente, pero entonces siguió diciendo, «…Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando» Estoy seguro de que algunas de las personas que estaban a su alrededor preguntaron, ¿Qué tipo de testimonio es este? ¿Hermano, estás seguro de que no estás exagerando?
Compartiré uno de esos testimonios contigo. Cuando era profesor en la universidad de Ilorin, mi esposa y yo teníamos esta jarra para hacer te, de la que podíamos tener como cinco tazas de te de una vez. Siempre que quería comer mi desayuno, mi esposa y yo llenábamos la jarra. Después de que los dos hubiéramos tomado dos tazas de te, la primera persona que se acababa la segunda taza de te normalmente se tomaba la última taza. En una ocasión, la jarra de te estaba llena como de costumbre, y después de haber tomado cada uno dos tazas de te, descubrimos que la jarra esta vacía. Nos miramos el uno al otro con una mirada de confusión, el Señor me dijo, «Cuando estabais orando dijiste, «Señor bendice esta comida, y come con nosotros. Pensé que me habías invitado» Estaba encantado al entender que el Señor Jesús se había unido a nosotros para desayunar. Sin embargo, cuando compartí este testimonio, los hermanos me miraron como si me hubiera vuelto loco, solo porque dije que Jesús había tomado te. Se convirtió en una burla, hasta tal punto que tuve que clamar a Dios para que me mostrara un incidente similar en las Escrituras. Entonces, Él me mostró que en Juan 21, después de que Jesús hubiera resucitado, Él se apareció a los discípulos, y ellos se juntaron con él en la costa y comieron pescado y pan con Él. El Señor dijo que después de que Él resucitara de la muerte, él podía comer pescado y pan, y que si hubieran tenido te, Él lo hubiera bebido con ellos también.
Dios es capaz de hacer mucho más allá y de forma más abundantemente de lo que puedas imaginar (Efesios 3:20). Oro por ti hoy, para que Él te de un testimonio que a la gente le resulte difícil de creer cuando lo compartas, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, llévame a la esfera de los testimonios increíbles, en el nombre de Jesús.
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Amén