CONVERTIRSE EN UN PRODIGIO (2)

Memoriza: «cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.» Hechos 10:38

Lee: Lucas 13:10 – 17

Jesús sana a una mujer en el día de reposo

10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;[a] 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo,[b] dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. 15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo[c] su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? 16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?[d] 17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 17 – 18

MENSAJE

Concluiré la enseñanza que empecé ayer, narrando una de mis experiencias. Hace años, el gobierno nigeriano quería asegurarse de que toda la gente a la que se le estaba pagando una pensión seguía viva, así que ordenaron a todos los pensionistas presentarse en un lugar en particular. Decidí ir también, puesto que me había retirado de mi trabajo en la universidad como profesor. Cuando llegué al lugar, una mujer que también era pensionista, me vió y empezó a gritar. Ella decía que había estado embarazada por 14 años y que quería que orara por ella. Impuse mis manos sobre ella, oré una oración simple, y ella dio a luz ahí mismo en esa oficina. La gente alrededor empezó a preguntarse quién era yo. Cuando el Espíritu Santo viene sobre ti, te conviertes en un prodigio.

El Espíritu Santo libera a los cautivos y hace a la gente libre para hacer la voluntad de Dios. Durante el ministerio humano de Jesús, el Espíritu del Señor vino sobre Él, y obró muchos milagros poderosos. En la lectura Bíblica de hoy, una mujer que andaba encorvada desde hacía dieciocho años, por culpa de un espíritu de enfermedad, recibió liberación y se enderezó. Ella había estado limitada en lo que podía ver y hacer, pero cuando Jesús, lleno del Espíritu Santo, puso Sus manos sobre ella, ella se enderezar su espalda de inmediato y glorificó a Dios. La gente a su alrededor también se regocijó por aquello tan glorioso que había sucedido. En otro momento, Jesús se encontró con un hombre que había tenido un enfermedad por treinta y ocho años. Inmediatamente, Jesús le dijo que se levantara, y que tomara su cama, y caminara (Juan 5:1 -9). En otro lugar, Él restauró la cordura a un hombre con problemas mentales que vivía entre las tumbas (Marcos 5:1 – 15). Él también resucitó a Lázaro, quien había estado muerto por cuatro días (Juan 11:1 – 44). Jesús anduvo haciendo el bien porque el Espíritu Santo estaba sobre Él (Hechos 10:38). Cuando Él venga sobre ti, tu también irás por ahí haciendo el bien, sanando al enfermo y liberando a aquellos que son oprimidos por el diablo.

El Espíritu Santo sin embargo, no pueda forzar a la gente o tratar de hacer que las vasijas que no lo desean, sean un prodigio en su mundo. ¿Eres una vasija dispuesta? ¿Deseas hacer Su voluntad y obedecer cada uno de Sus mandamientos? Oro para que entre en una dimensión insusual del Espíritu Santo, y que a través de ti, Él obre grandes y poderosas maravillas, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Espíritu Santo, me rindo ante Ti; por favor hazme un prodigio en el nombre de Jesús.

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Amén