EL PROPÓSITO DE SU MUERTE (1)

Memoriza: «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.» Marcos 16:15

Lee: Lucas 4:16 – 20

Jesús en Nazaret

16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo[a] entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

A pregonar libertad a los cautivos,

Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

19 A predicar el año agradable del Señor.

20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

Lee: Isaías 61:1 – 3

Buenas nuevas de salvación para Sion

61 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

BIBLIA EN UN AÑO: Josué 24:1-33, Lucas 21:1-28

MENSAJE

En Lucas 4:16 – 20, Jesús leyó de las Escrituras la razón por la que Él vino a la tierra, como se profetizó en Isaías 61:1 – 3. Hubo, sin embargo, una cosa sorprendente que hizo Jesús. Él empezó a leer la profecía de Isaías sobre Su ministerio desde el principio, pro cuando llegó a la parte que dice, «para predicar el año aceptable del Señor», Él paró ahí y cerró el libro. Jesús se paró a la mitad. Tuvo que haber una razón para eso, y vemos esa razón en Hechos 1:8, que dice, «pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.» El Espíritu Santo tenía que cumplir la otra parte. de esa Escritura.

Jesús te salvó para poder usarte para salvar a otros. La pregunta ¿estás cumpliendo con la otra parte de la profecía en Isaías 61? Nunca olvides la tarea que el Señor te dio después de resucitar (Mateo 28:19 – 20).

LLAMADA A LA ACCIÓN: Háblale a alguien de Jesús hoy.

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Amén