Memoriza: « Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.» Lucas 14:23
Lee: Juan 4:1 – 39
Jesús y la mujer samaritana
Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan 2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), 3 salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. 4 Y le era necesario pasar por Samaria. 5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. 8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. 9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. 10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? 12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? 13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. 19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. 21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo? 30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. 32 Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. 33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer? 34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. 36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. 37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. 38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 4 – 5
MENSAJE
Hace muchos años, solíamos publicitar e imprimir folletos para anunciar los servicios que íbamos a tener. Si no teníamos suficiente dinero para los folletos, usábamos nuestras bocas. en ocasiones, conseguíamos clavos, botellas vacías y latas vacías para hacerlos sonar mientras cantábamos y bailábamos por las calles, informando a la gente sobre nuestro siguiente servicio. A veces, escribíamos la información de un servicio que íbamos a tener en pizarras y las poníamos en diferentes intersecciones en las calles. Se veíamos un camión abandonado cubierto de polvo, escribíamos en el camión, informando a los que pasaban de nuestros próximos servicios. Hoy, Dios nos ha dado maneras más eficientes y efectivas de comunicar el evangelio a la gente, y Lucas 12:48 dice que aquel a quien se le da mucho, se espera mucho de él.
A menudo digo esto: usa todo método que tengas para traer a todos tus amigos, conocidos e incluso enemigos a Cristo. Siempre digo, «Llámales, mándales un mensaje, mándales un email» entonces, suelo añadir bromeando: «Llámales con tu Iphone, Ipad, por Facebook, Youtube, a través del Blog, Twitter, LinkedIn, e incluso descárgatelos» Cuando ves algo en internet que quieres guardar en tu ordenador, lo descargas, así que cuando digo descárgatelos, quiero decir, que tú sabes donde están, y sabes donde quieres que estén, simplemente sálvalos para el cuerpo de Cristo.
Deja que Dios sepa que usarás todo lo que Él te ha dado para anunciarle; tu smartphone, tu red profesional, tu influencia en las redes sociales, etcétera. Si realmente usas todo lo que tienes para Él, Él te dará más. Por lo tanto, sal ahí fuera y asegúrate de descargar a todo el que puedas para el cuerpo de Cristo. Si no sabes lo que decirles, simplemente invítales a los servicios donde sabes que el Espíritu Santo puede arrestarles. Usa todos los medios posibles para traer a la gente a Jesús.
En la lectura Bíblica de hoy, la mujer Samaritana trajo a la gente de su pueblo a Jesús. Ella no uso una retórica rebuscado para tratar. de convencerles, ella simplemente les dijo, «Venid a ver a un hombre que me dijo todas las cosas que he hecho. ¿No es este el Cristo?» Ella usó su testimonio para descargar a su pueblo para Cristo. Tú también puedes usar testimonios de lo que Dios ha hecho por ti para atraer a la gente a Cristo. Siempre que Dios hace algo por ti, usa el testimonio como herramienta para atraer a la gente a Él. Que tu vida sea un tablón de anuncios que conduzca a la gente a Dios siempre.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Planta una semilla de bondad en la vida de una persona hoy.
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Amén