NO AYUDES A DIOS

Memoriza: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.» Proverbios 3:5

Lee: 1 Samuel 13:1 – 14

Guerra contra los filisteos

 Había ya reinado Saúl un año; y cuando hubo reinado dos años sobre Israel, escogió luego a tres mil hombres de Israel, de los cuales estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Bet-el, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas. Y Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que había en el collado, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar trompeta por todo el país, diciendo: Oigan los hebreos. Y todo Israel oyó que se decía: Saúl ha atacado a la guarnición de los filisteos; y también que Israel se había hecho abominable a los filisteos. Y se juntó el pueblo en pos de Saúl en Gilgal.

Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en estrecho (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; pero Saúl permanecía aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando.

Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. 10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, 12 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. 13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 21 – 22

MENSAJE

En Lucas 1:26 – 38, un ángel visitó a maría y le dijo que ella iba a quedarse embarazada, y que daría a luz a un hijo especial que iba a ser grandioso. María dijo, «Eso es maravilloso, pero ¿acaso olvidas que no estoy casada? Nunca he conocido a un hombre; ¿como concebiré?» El ángel dijo, «El Espíritu Santo se encargará de eso porque, con Dios no hay nada imposible» Imagina lo que hubiera pasado si ella hubiera tratado de ayudar al Señor acostándose con un hombre, como hizo Sara cuando animó a Abraham a acostarse con Hagar, para que él pudiera tener un hijo (Génesis 16:1 – 3).

Hace años, mi esposa y yo estábamos orando por una mujer que estaba esperando en Dios para quedarse embarazada. Después de un tiempo, ella perdió la esperanza y consultó a un brujo, quien hizo algunos encantamientos para ella, y se quedó embarazada. Eso fue hace unos veinte años; hasta el día de hoy; ella aún no ha dado a luz al bebé. Cuando tratas de ayudara Dios, estás jugando en manos del diablo.

El rey Saúl fue otra persona que trató de ayudar a Dios. Poco después de convertirse en rey, los filisteos se unieron para luchar contra Israel. Fue una situación difícil, y la gente empezó a presionar a Saúl para que actuara. En vez de esperar a que Samuel presentara el holocausto de ofrenda al Señor. Saúl decidió ayudar a Dios, a´si que cruzó sus límites haciendo el papel del sacerdote, y ofreció él mismo el sacrificio. Cuando Samuel le preguntó porqué había tratado de ayudar a Dios, él presentó una serie de excusas, que a su parecer, eran válidas. Aquellos que tratan de ayudara Dios siempre tienen excusas y razones para hacerlo, pero esto no impide que tengan que cargar con las consecuencias de su desobediencia. Saúl perdió el trono por culpa de este acto de insensatez.

No trates de ayudar a Dios; simplemente haz tu parte conforme a Su palabra y deja el resto en Sus manos. Si tratas de ayudarle, dejarás tu vida expuesta a las manipulaciones del diablo, y también cometerás errores. Me he dado cuenta en mi caminar con Dios que siempre que Él te pide que esperes en Él, es porque hay algo glorioso por venir. No te dejes engañar por las cosas llamativas que el enemigo intenta presentar delante de ti para distraerte, o para incitarte a que ayudes a Dios. Tratando de ayudar a Dios, quizás acabes destruyendo todas las cosas que quieres que Él te ayude a construir.

PUNTO CLAVE: No intentes ayudar a Dios. Cuando lo haces, quizás estés destruyendo las cosas que quieres que Él te ayude a construir.

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Amén