Memoriza: « No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.» Gálatas 6:7
Lee: 2 Corintios 9:6 – 11
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito:
Repartió, dio a los pobres;
Su justicia permanece para siempre.
10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 16 – 18
MENSAJE
Uno de mis hijos estaba en un servicio en la iglesia, y el Señor le dijo que diera una ofrenda de 1.000 nairas, que era mucho dinero en aquellos tiempos. Él dijo, «Ponte detrás de mi satanás» y Dios le contestó, «no es satanás, soy Yo, y no me voy a ningún sitio» Él siguió tratando de silenciar la voz que le hablaba, pero la voz persistía. Al final, decidió dar 500 nairas, por si acaso era Dios. A la semana siguiente, un mujer vino a su oficina y le dio 50.000 nairas. Él estaba emocionado porque era mucho dinero. Cuando la mujer se iba, ella se volvió a él y dijo, «Señor, lo siento, pero tengo que confesar esto. En realidad, se suponía que tenía que darte 100.000 nairas pero algo surgió, y tuve que gastar 50.000 nairas en ello» Cuando escuchó eso, su emoción se desvaneció. Se dio cuenta de que Dios quería que él tuviera una cosecha de 100.000 nairas, pero sembró la mitad de la semilla requerida.
Cuando sembramos algo pequeño, cosechamos algo pequeño (2 Corintios 9:6; Lucas 6:38). La cosecha de un granjero que siembra en hectáreas de tierra, no puede compararse con la de un granjero que siembra en un pequeño trozo de tierra en su patio trasero. Los granjeros sabios reservan sus mejores cultivos para la siembra, porque saben que la calidad de la semilla es un gran determinante de la calidad de la cosecha. Solo las personas insensatas comen lo mejor de sus semillas. Siempre que Dios te bendice, Él pone la semilla para la siguiente estación, y el pan para la estación actual en esa bendición. Siempre tienes que reconocer tu semilla y sembrarla.
Las semillas pueden venir en forma de acciones, servicio, o palabras. En 2 Reyes 4:8 – 10, la gran mujer de Sunem sembró la semilla de bondad en Eliseo, y ella obtuvo una gran cosecha. Su decisión de dejar un espacio para que el hombre de Dios descansar siempre que pasaba por la ciudad, era una semilla que le dio múltiples cosechas. Primeramente, ella obtuvo una cosecha de fertilidad después de un gran periodo de esterilidad, ella obtuvo cosecha de resurrección cuando su hijo murió de repente y fue resucitado. Finalmente ella obtuvo una cosecha de restauración milagrosa, después de volver a su ciudad después de los siete años de hambruna, para encontrar que su tierra y su casa habían sido ocupadas. (2 Reyes 4:8, 8:1- 6). Decreto que todas tus buenas semillas darán una cosecha abundante en el nombre de Jesús.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Planta una semilla de bondad en la vida de una persona hoy.
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Amén