Memoriza: «El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.» Juan 8:47
Lee: Juan 10:2 – 5
2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 11:1-12:32, Lucas 8:22-39
MENSAJE
No tienes que ser un profeta para escuchar a Dios; todo lo que necesitas es ser Su hijo. En Juan 10:27, Jesucristo dijo, «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,»
Cuando Dios empieza a hablarte sobre lo que Él quiere que hagas, esto muestra que te has convertido en Su amigo. Dios dijo sobre Abraham que Él no podía ocultarle lo que estaba a punto de hacer (Génesis 18:17). Dios es soberano; Él no necesita permiso de nadie para hacer algo. Sin embargo, hay ciertas personas con las que Él debe hablar antes de actuar.
Tu también puedes tener una relación tan íntima con Dios como para que Él te cuente Sus secretos – coas que Él no le diría a nadie más. Es algo muy bonito el ser capaz de decirle a alguien, sin importar quien sea, «Dios no dijo eso» Si tienes una relación íntima con Dios, nadie puede engañarte.
CONFESIÓN: Mis oídos están abiertos a escuchar al Señor. Viviré una vida de santidad y me convertiré en el amigo de Dios.
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Amén