Memoriza: «Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura;» Josué 2:12
Lee: Josué 2:1 – 12
Josué envía espías a Jericó
2 Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. 2 Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra. 3 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. 4 Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. 5 Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. 6 Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado. 7 Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los perseguidores.
8 Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: 9 Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 10 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. 11 Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. 12 Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura;
BIBLIA EN UN AÑO: Números 33:34, Lucas 5:12-28
MENSAJE
Un día, dos israelitas espías entraron en Jericó par espiar la tierra, y encontraron refugio en la casa de Rahab. De alguna forma, ella sabía que no eran simples visitantes, sino personas de Dios. Por lo tanto, en vez de delatarles, Rahab tomó una valiente decisión escondiéndoles en su tejado para protegerles de los soldados del rey, que buscaban arrestarles y probablemente matarles.
Después, Rahab se armó de valentía para pedirles algo, que puede describirse como una oración que cambió su vida por siempre. Ella pidió a los espías que prometieran salvarla a ella y a su familia cuando los israelitas vinieran a atacar Jericó. Como resultado, ella y su familia fueron perdonados.
¿Tienes una sentencia de muerte colgando sobre tu cabeza? Por ejemplo, estás teniendo sueños que sugieren que Satanás quiere quitarte la vida? ¿Tienes un problema de salud que amenaza con quitarte la vida? Oro para que así como Dios perdonó la vida de Rahab, tu vida también sea perdonada, y tu no morirás prematuramente, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Padre, por favor, revierte cualquier sentencia de muerte sobre mi y mis seres queridos, y guárdanos para Tu propósito, en el nombre de Jesús.
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Amén