Memoriza: «Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.» Mateo 9:13
Lee: 1 Timoteo 1:11 – 17
11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
El ministerio de Pablo
12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
BIBLIA EN UN AÑO: Jueces 20 – 21
MENSAJE
Ayer expliqué que Dios considera a los pecadores o apóstatas como perros (Mateo 15:21- 28; 2 Pedro 2:22), y hoy, concluiré este estudio sobre el deseo de Dios de convertirlos en Sus hijos.
Antes de convertirme, y mientras que aún era soltero, tuve muchas novias. Años después, después de casarme y dar mi vida a Cristo, me convertí en profesor de la Universidad de Ilorin. Después de un tiempo, una de mis novias del pasado, que también se había casado, se mudó a Ilorin con su marido. Ella había tenía un niño que había nacido cojo, y alguien le había dicho que había un pastor que podía orar por su hijo, y que el niño podría caminar. cuando ella vino a la iglesia, preguntó si podía ver al pastor. La acompañaron a mi oficina, y cuando abrió la puerta y me vio, nos saludamos como lo harían los viejos amigos. Después de saludarnos ella dijo, «Quiero ver al pastor», yo la respondí, «Sí, ¿como puedo ayudarte?» Ella contestó, «Digo que quiero ver al pastor» yo la respondí, «Yo soy el pastor» Ella respondió, «¿Tú?, ¿Tú orarás y Dios responderá?» Oramos y el niños empezó a caminar.
La Biblia dice que si una persona está en Cristo, nueva criatura es (2 Corintios 5:17). El milagro más grande es la salvación de las lamas. Si aún no has nacido de nuevo, in importa lo grave que sea tu pecado, Dios puede salvarte a ti también, igual que me salvó a mi. Antes de que Saúl se encontrará con Jesús, él pera un perseguidor de Cristianos. Sin embargo, después de su encuentro, se convirtió en un gran activo para el Reino (1 Timoteo 1:12 – 14). Dios convirtió ciudades enteras a través de él, y todo el continente escuchó de Jesús a través de su ministerio (Hechos 19:26). No hay límite a lo que Dios puede hacer en ti, contigo y a través de ti, porque cuando Él transforma a una persona, lo hace por completo. Como hijo, tendrás acceso a privilegios divinos. Tendrás el derecho de llamar a Dios tu Padre, y participarás de Su herencia.
Pablo entendió lo que significa ser una nueva criatura, y como hijo de Dios, él ejercitó sus derechos divinos y autoridad. A través de alguien que antes era un perro, se sucedieron milagros especiales, y muchas personas fueron transformadas. Si aún no has nacido de nuevo, Dios quiere darte hoy una nueva identidad y hacerte Su amado hijo. Entrega tu vida a Él ahora y verás como Él hará tu vida un milagro para los ojos de muchos (Salmos 71:7).
PUNTO CLAVE: Dios sigue en el negocio de transformar a los perros en hijos.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén