Memoriza: «echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.» 1 Pedro 5:7
Lee: 1 Reyes 17:1 – 6
Elías predice la sequía
17 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: 3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
BIBLIA EN UN AÑO: Josué 21 – 22
MENSAJE
Dios se preocupa profundamente por Sus hijos. En 2 Reyes 4:1 – 7, leemos sobre la viuda de uno de los hijos de los profetas, cuyo marido murió y la dejó con una gran deuda. Cuando el acreedor vino y quería esclavizar a sus hijos si no pagaba, ella clamó a Eliseo, quien le dijo que fuera a buscar vasijas prestadas y las llenara de la botella pequeña de aceite que tenía en casa. El Gran Proveedor entró en acción, y ella fue capaz de pagar su deuda y vivir de las ganancias del aceite que vendió, el resto de su vida. En Juan 6:5 – 13, Jesús alimentó a 5000 hombres, sin contar a las mujeres y los niños, con el almuerzo de un chico. para mostrar que Él realmente se preocupa, Él multiplicó el almuerzo hasta que todo el mundo había sido alimentado, y habían doce cestas de sobras. Éstas y muchas mas historias muestran que Jesús realmente se preocupa.
Jesús también se preocupa por nosotros, no solo por nuestra necesidades. Él conoce lo frágiles que son nuestros cuerpos humanos, y quiere que estemos en forma para hacer lo que Él nos ha llamado a hacer. Hace años, atendí a una gente desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, después conseguí comer un poco antes de atender nuestro servicio de Estudio Bíblico. Cuando volvía a mi oficina, la gente ya estaba esperando para verme. Seguí orando por la gente hasta las 10 y media de la noche, y me dijeron que habían diez personas más esperando. Cuando mi cuerpo ya me dolía, y estaba muy cansado, le pregunté a Dios qué hacer, y Él dijo, «No necesitas quedarte de pie para orar por ellos. Siéntate, toca sus cabezas y que se vayan. Ellos recibirán su milagro» Me sorprendí y dije, «Dios, ¿quieres decir que puedo hablar contigo, el Dios Todopoderoso, sentado? Él contestó que había andado por la tierra como humano, y que sabía lo que significaba estar cansado.
Jesús conoce nuestras debilidades y se preocupa profundamente por nosotros (Salmos 103:14). Él es nuestro Sumo Sacerdote que se conmueve con los sentimientos de nuestras enfermedades porque Él pasó por los mismos problemas a los que nos enfrentamos nosotros ahora (Hebreos 4:15). En la lectura Bíblica de hoy, vemos cómo Dios se preocupó por Su profeta durante la hambruna; no le abandonó en ningún momento.
Pon toda tu confianza en Dios, Él realmente se preocupa por ti, y Él nunca te abandonará.
PUNTO DE ORACIÓN: Gracias Jesús por tu cuidado amoroso.
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Amén