Memoriza: « pero hágase todo decentemente y con orden.» 1 Corintios 14:40
Lee: Lucas 14:28 – 30
28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 10:1-11:23, Marcos 14:1-21
MENSAJE
Muchas personas me han felicitado por ser muy organizado, especialmente durante programas grandes en la iglesia. Ellos piensan que soy un super héroe cuando la comida está lista a tiempo, el espacio está limpio y bien acomodado siempre, los invitados son atendidos apropiadamente, y los maestros cuidan de los niños correctamente en el auditorio. La verdad de todo esto es que, Dios ha organizado ayuda para mi a través del don de los hombres y mujeres que Él nos ha dado para apoyar a la iglesia.
Una de las estrategias que he desarrollado como esposa y madre joven es la planificación. Tengo un diario que va conmigo a todas partes, que me ayuda a saber que es lo que hay que hacer ada día y también a asignar responsabilidades, a mujeres y hombres capaces y disponibles. El Espíritu Santo ha sido mi fuente de fureza, pero Él también me ha ayudado a organizar mi vida, y debes aprender a hacer esto desde muy joven.
Cuando te levantes por la mañana, no esperes a que tus padres o guardianes, o cualquier otra persona te diga lo que tienes que hacer. Haz tu cama, limpia tu habitación, y ordénala poniendo las cosas en su sitio. También, no tires tus cosas por toda la casa cuando vuelves del colegio, y no esperes que alguien lo haga por ti. Asegúrate siempre de ser organizado.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Antes de acostarte cada noche, haz una lista de tareas para el día siguiente.
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Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén