Memoriza: «Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.» 2 Timoteo 1:6
Lee: Marcos 4:35 – 41
Jesús calma la tempestad
35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 20:22:16, Marcos 9:1-29
MENSAJE
En la lectura Bíblica de hoy, Jesús estaba en un bote, aún así al bote le alcanzó la tormenta. Esto implica que Jesús puede estar en la vida de una persona y la tormenta seguir activa. El mero hecho de que tu eres un hijo de Dios es suficiente para atraer tormentas. Sin embargo, no tienes que preocuparte; siempre y cuando Jesús esté en tu vida, todo lo que necesitas hacer es avivar Su don en ti, y la tormenta cesará. Si eres un hijo de Dios, Jesús ya está en ti, y la Biblia dice en 1 Juan 4:4 que más grande es Él que está en ti que el que está en el mundo.
En Hechos 12:1 – 10, cuando Herodes arrestó a Santiago, no hay ningún indicio de que la iglesia orara por Santiago, así que, Santiago fue asesinado. Sin embargo, cuando Pedro fue arrestado, la iglesia ya había aprendido la lección, y así, la gente se reunió para orar sin cesar, lo que hizo que el Señor se levantara por ellos para calmar esa tormenta. Si te niegas a orar, una tormenta puede abrumarte, pero si oras, ganarás en contra de las tormentas, no importa lo enfurecidas que sean.
Si estás enfrentándote a una tormenta en algún área de tu vida, clama al Dios Todopoderoso en el lugar de oración. Cuando haces esto, Él presta atención a tus situaciones y calma las tormentas rugiendo en tu contra.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, levántate y calma toda tormenta en mi vida, y en mi familia, en el nombre de Jesús.
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Amén