Memoriza: «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.» Romanos 6:23
Lee: Romanos 6:18 – 23
18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 19:1-20:21; Marcos 8:11-38
MENSAJE
Una situación fangosa se refiere a una situación que es tan terrible que la persona no puede salir de ella por sí misma; ese tipo de personas necesitan ayuda externa. Estas situaciones fangosas, a veces, pueden ser provocadas por el pecado que está presente en la vida de la persona. Por ejemplo, cuando el hombre paralítico fue traído a Jesús en Marcos 2:1 – 2, lo primero que el Señor le dijo fue, «Hijo, tus pecados te son perdonados»
La palabra de Dios es clara, la paga del pecado es muerte. Por lo tanto, si un pecador se encuentra en una situación fangosa, la persona debe de arrepentirse y dejar atrás el pecado antes de poder salir de la situación fangosa.
Hace algunos años, me invitaron a Túnez para hablar en una conferencia. Mientras que estaba hablando, dije, «Hermanos, he venido para deciros que Dios contesta todas las oraciones». Después, algunos teólogos me llamaron adentro para decirme que lo que había dicho no era cierto.
No dejes que nadie te engañe; Dios contesta las oraciones. En Jeremías 33:3 Él dijo, «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.» Sin embargo, Dios solo puede conestar las oraciones que Él escucha. Si Él no las escucha, no puede haber una respuesta, y Isaías 59:1 – 2 dice claramente que es el pecado lo que impide que Dios nos escuche.
PUNTO DE ORACIÓN: Si sigues obedeciendo a Dios a medias, cambia tu forma de hacer las cosas, para que Él pueda contestar tus oraciones.
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Amén