JEHOVÁ RAPHA

Memoriza: «Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.» Éxodo 23:25

Lee: Juan 9:1 – 7

Jesús sana a un ciego de nacimiento

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 3 – 4

MENSAJE

Hace años, de repente descubrí que tenía problemas de oído. Llamé a una de mis hijas, que es doctora, y le pedí que me hiciera un examen de los oídos. Cuando ella los examinó exclamó «Oh Dios!» Ella entonces dijo que lo dos oídos tenían tumores en el interior, y me animó a ir al hospital. Sonreí y le dije que me diera siete días, después de los cuales, la permitiría hacer lo que ella considerara. necesario a nivel médico, si los. tumores seguían ahí. Sabía que tengo un Padre que el es Doctor de los doctores, así que hablé con Él después de que ella se fuera. «Padre, por favor, dame unos nuevos oídos, porque necesito poder escuchar a la gente cuando dicen amén, cuando oro». Cuando ella volvió a los siete días para volver a examinar mis oídos, ella volvió a exclamar «Oh Dios!». Pero esta vez la exclamación era positiva porque Jehová Rafa me había sanado.

¿Sabías que es posible vivir sin caer enfermo? ¿Sabías que la sanidad es tu pan si eres un hijo de Dios? Sin embargo, para que Dios sea el Señor que te sana, debes de escuchar Su voz con diligencia (Éxodo 15:26). Debes de hacer cualquier cosa que Él te diga y obedecer sin demoras. Cuando los diez leprosos vieron a Jesús y clamaron a Él para que les sanara. Él les pidió que fueran y se mostraran al sacerdote (Lucas 17:11 – 14). Hacer esto era arriesgado, porque si iban al sacerdote sin haber sido sanados, les podrían haber apedreado hasta la muerte. Ellos tomaron el riego de obedecer a Jesús, y fueron sanados. De la misma forma, el hombre que nació ciego recibió sanidad cuando Jesús le pidió que fuera y se lavara en el estanque de Siloé (Juan 9:7). El eligió obedecer a Jesús y recobró la vista.

ES la voluntad de Dios que disfrutemos de la sanidad en todas las áreas de nuestras vidas. El Padre se complace en que vivas con buena salud, pero debes de escuchar Su voz con diligencia. ¿Qué te ha pedido Dios que dejes de comer o beber? ¿Que te ha pedido Dios que empieces a hacer? No tardes en obedecerle, y disfrutarás de la sanidad.

PUNTO CLAVE: La clave para vivir una salud divina es obedecer a Dios.

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Amén