VERDADERA LIBERTAD

Memoriza: « Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.» Juan 8:36

Lee: Salmos 146:5 – 10

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,

Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

El cual hizo los cielos y la tierra,

El mar, y todo lo que en ellos hay;

Que guarda verdad para siempre,

Que hace justicia a los agraviados,

Que da pan a los hambrientos.

Jehová liberta a los cautivos;

Jehová abre los ojos a los ciegos;

Jehová levanta a los caídos;

Jehová ama a los justos.

Jehová guarda a los extranjeros;

Al huérfano y a la viuda sostiene,

Y el camino de los impíos trastorna.

10 Reinará Jehová para siempre;

Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.

Aleluya.

BIBLIA EN UN AÑO: Números 8 – 10

MENSAJE

Normalmente, un pescado en un pozo, parece que le va bien pues va nadando en círculos. Sin embargo, no puede salir porque está rodeado de muros. Estar en una prisión es como ser un pez en un pozo. Los prisioneros son alimentados, pero normalmente, no con el tipo de comida que les gustaría comer. También, cuando están enfermos, son tratados. Sé todo esto porque voy a las prisiones a predicar. A los prisioneros les cuidan, y parecer que viven aparentemente una vida normal, pero su libertad está limitada entre los muros de la prisión.

Si estás en un grupo o una asociación de la que no puedes salir, estás en una prisión. Puede parecer que se parte de ese culto te da ciertos privilegios. Sin embargo, cuando miras más de cerca, ves que tú estás dando más de lo que estás recibiendo por parte del grupos. A veces, te pedirán que des cosas, o hagas sacrificios que te harán mucho daño, incluyendo sacrificar a tus seres queridos. Lo peor de todo es que, no importa lo terrible que sea lo que te pidan, no puedes salir de ahí. Puede que hayas visto ejemplos de personas que trataron de salir pero murieron, se volvieron locos, o se encontraron con algo peor. A menudo, ese tipo de asociaciones se aferran firmemente a sus miembros, y van violentamente, en contra de aquellos que intentan salir, por eso necesitas al gran YO SOY a tu lado. Amado, la única forma de conseguir salir de una prisión, es cuando una fuera superior viene a rescatarte. Si estás en una atadura espiritual, necesitas a Jesús para salir de ahí. Así como los Israelitas necesitaron la mano poderosa de Dios para salir de Egipto, tú también necesitas clamar a Dios para salir de ahí.

Si estás hasta el. cuello en cualquier asociación diabólica, Dios puede salvarte cuando clamas a Él y te arrepientes de todo corazón (Salmos 79:11). Él no ignora el clamor sincero, tampoco menosprecia un corazón roto y contrito (Salmos 51:17). Él quiero salvarte ahora, para que puedas disfrutar de la verdadera libertad, la cual viene con ser parte de Su reino. Arrepentirse sinceramente, significa dejar todo lo que has recibido de esa asociación y denunciar todo sobre ellos. No puedes aferrarte a las mentiras del diablo, y recibir la libertad de Dios al mismo tiempo.

PUNTO CLAVE: Cristo es el único que da verdadera libertad.

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Amén