NO HAY LUGAR PARA LA PEREZA

Memoriza: «La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.» Proverbios 19:15

Lee: Proverbios 24:30 – 34

30 Pasé junto al campo del hombre perezoso,

Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;

31 Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,

Ortigas habían ya cubierto su faz,

Y su cerca de piedra estaba ya destruida.

32 Miré, y lo puse en mi corazón;

Lo vi, y tomé consejo.

33 Un poco de sueño, cabeceando otro poco,

Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;

34 Así vendrá como caminante tu necesidad,

Y tu pobreza como hombre armado.

BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 22 – 23

MENSAJE

Algunas personas piensan que pueden convertirse en personas exitosas sin trabajar duro. Estaba en un programa de estudiantes, y me alarmé cuando algunos estudiantes decían haber pasado todo su tiempo orando y ayunando, en vez de pasar el tiempo estudiando para prepararse para sus exámenes. Cuando pedí más información, dijeron que creían que el Espíritu Santo les ayudaría. Citaron mi experiencia con el Espíritu Santo cuando me enseñó como resolver problemas matemáticos complejos a través de la Biblia. Les dije que yo ya había estudiado, trabajado y batallado con 186 ecuaciones simultáneas durante 18 meses, antes de que se me revelase la solución, a través de una Escritura en la Biblia.

El trabajo del Espíritu Santo es recordarnos lo que ya hemos aprendido. Por lo tanto, debes de empezar toda tarea poniendo el esfuerzo que se requiere. Si no te preparas trabajando duro, fallarás, y el Espíritu Santo te consolará. En Dios, no hay lugar para la pereza. El trabajo duro y la inteligencia son vitales para llegar a la cima. Aunque debes orar, ayunar, y estudiar la Palabra, no podemos salirnos con la nuestra sin trabajar duro. Las personas importantes trabajan duro; por eso se convierten en personas destacadas.

Mantenerse en la cima es mucho más difícil que llegar ahí. Se necesita un esfuerzo mayor para seguir siendo un campeón, que el necesario para convertirse en uno. Un filósofo dijo una vez, «Las alturas que alcanzaron y mantuvieron los grandes hombres no las alcanzaron mediante una huida repentina, sino que, mientras sus compañeros dormían, se esforzaban por ascender durante la noche”.

Proverbios 22:29 dice que las personas diligentes estarán delante de reyes, sin no eres diligente, no llegarás a ninguna parte. No puedes permitirte quedarte cruzado de brazos y esperar que Dios haga el trabajo por ti. Pablo dijo que él plantó, Apolo regó, y Dios dio el incremento. Si no hubieran plantado o regado, ellos no hubieran recibido el incremento de parte de Dios (1 Corintios 3:6). Si Pablo, el gran apóstol trabajo fervientemente y con diligencia, entonces tú no tienes excusa para ser perezoso.

«Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.» – Juan 9:4

El pasaje anterior son palabras de nuestro Señor Jesucristo. Si nuestro Señor trabajó e hizo la voluntad del Padre diligentemente, todo creyente debe seguir Su ejemplo. Así como Él, debemos también hacer las obras de Aquel que nos envió, y para hacerlas con éxito, debemos de deshacernos de toda pereza y ociosidad.

REFLEXIÓN: ¿Eres diligente en todo lo que haces?

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Amén