Memoriza: «Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre» Filipenses 2:9
Lee: Jeremías 32:17 – 20
17 ¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; 18 que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre; 19 grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras. 20 Tú hiciste señales y portentos en tierra de Egipto hasta este día, y en Israel, y entre los hombres; y te has hecho nombre, como se ve en el día de hoy.
BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 38 – 40
MENSAJE
Hace algunos años, un joven estuvo involucrado en un accidente de carretera, en el cual, todo el mundo murió menos él. Fue llevado al hospital y estuvo en coma por varios días. Mientras que estaba en coma, él de vez en cuando recobraba la consciencia y gritaba «Jesús!». Entonces, se volvía a dormir. Esto siguió ocurriendo hasta que recuperó la consciencia definitivamente. Se recuperó por completo y sigue vivo en este mismo instante.
No importa lo desesperanzadora que sea la situación, cuando clamas en el nombre de Jesús, todo obra para bien. El nombre de Jesús es suficiente para derribar cualquier montaña. Filipenses 2:10 dice:
« para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra»
Un joven, que era el hijo de un clérigo musulmán, entregó su vida a Cristo. Su padre se sintió avergonzado porque su hijo se había convertido al Cristianismo, y después de muchas discusiones y persuasiones, quedo claro que su hijo no quería cambiar su decisión. Sintiéndose frustrado, el padre reunió a sus compañeros clérigos para producir un hechizo para atacar a su hijo. Un día, él llamó a su hijo llevando consigo el hechizo, y como era de esperar de un hijo que escucha la llamada de su padre, el chico contestó. Al contestar el joven miró y vio una gran roca viniendo hacia él. Inmediatamente grito, «Jesús!», y desapareció. Era un ataque espiritual, pero falló al mencionar el nombre de Jesús.
El nombre de Jesús es poderoso y potente por si mismo. Por eso debes de aprender a usarlo ante un peligro inminente. Sin embargo, no debes de clamar el nombre de Jesús en vano, o como una mera exclamación. No clames el nombre de Jesús de forma casual, para no atraer la ira del dueño de ese nombre. Incluso como seres humanos, no te gustaría si la gente jugara con tu nombre; ¿cuánto más el Dios Altísimo? Éxodo 20:7 dice:
«No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.»
Superaras cualquier desafío al que te enfrentes si clamas el nombre de Jesús. Como dice la Biblia en Romanos 10:13, cualquier que clama el nombre de Jesús será salvo.
PUNTO CLAVE: El nombre de Jesús no es un nombre común; está lleno de poder.
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Amén