Memoriza: «Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres.» Salmos 60:11
Lee: Salmos 54:1 – 7
Plegaria pidiendo protección contra los enemigos
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?
54 Oh Dios, sálvame por tu nombre,
Y con tu poder defiéndeme.
2 Oh Dios, oye mi oración;
Escucha las razones de mi boca.
3 Porque extraños se han levantado contra mí,
Y hombres violentos buscan mi vida;
No han puesto a Dios delante de sí. Selah
4 He aquí, Dios es el que me ayuda;
El Señor está con los que sostienen mi vida.
5 Él devolverá el mal a mis enemigos;
Córtalos por tu verdad.
6 Voluntariamente sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
7 Porque él me ha librado de toda angustia,
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
BIBLIA EN U NAÑO: Éxodo 11 – 13
MENSAJE
En Salmos 121:1 – 2 David dijo:
«Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.»
Este pasaje implica que la ayuda siempre está disponible con Aquel que hizo los cielos y la tierra. La pregunta es, ¿buscarás ayuda en Él? En Salmos 46:1, David dijo: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» La ayuda de Dios está siempre presente, especialmente en los momentos en los que estás en problemas. Dios es el que ayuda al desamparado.
Una mujer no pudo concebir por mucho tiempo, y su pastor había orado por ella continuamente pero no pasaba nada. Un día, el pastor la llamó y le dijo, «Mujer, todas las demás por las que he orado han dado a luz. ¿cual es el problema?» La mujer le dijo que cuando ella estaba en la escuela secundaria, se quedó embarazada, y trató de abortar. En el proceso, empezó a sangrar abundantemente, tanto que la tuvieron que llevar al hospital. En un intento de salvarle la vida, el doctor tuvo que quitarle el útero. Cuando el pastor escuchó esto dijo, «¿Quieres decir que no tienes útero? ¿Por qué estás pidiéndome que ore por ti para quedar embarazada?» Ella contestó, «Señor, tu eres el que nos ha enseñado que con Dios todo es posible» Desde ese día, el pastor empezó a evitarla. Ella se dio cuenta y decidió alzar sus ojos a los montes, no hacia el pastor o el Pastor General, sino hacia el Señor, que hizo los. cielos y la tierra, y que siempre esta presente para ayudarnos.
Una noche, ella soñó que un hombre muy alto se le acercaba, con la piel de un animal. Ella estaba aterrorizada por el tamaño de ese hombre, tanto que no podía ni moverse. Como ella estaba completamente desnuda en el sueño, el hombre vino y puso la piel del animal alrededor de su cintura. Cuando se despertó, descubrió que estaba menstruando. Para cuando ella dio su testimonio, ella había dado a luz cinco hijos.
No levante tus ojos hacia el pastor, o el evangelista, o el Pastor General, para que te ayuden. Alza tus ojos hacia la fuente de toda ayuda. De todas formas, nadie puede ayudarte sin el permiso de Dios. En vez de poner tu mirada en la gente, ¿porque no vas directamente a Aquel del cual ellos dependen para ayudar?
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, levanto mis ojos hacia Ti, envíame ayuda hoy.
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Amén