PRODUCE HIJOS

Memoriza: «También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.» 1 Tesalonicenses 5:14

Lee: Filemón 1:10 – 18

10 te ruego por mi hijo Onésimo,[a], a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, 12 el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. 13 Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio; 14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.

15 Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. 17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. 18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.

BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 8 – 10

MENSAJE

En el contexto del tema de hoy, un hijo es alguien que se parece a ti, y tiene algunos de tus rasgos. En 1 Samuel 22, David dio hogar a personas que eran vagabundos, y después los levantó para convertirse en hombres valientes como él. Jesucristo pasó solo tres años y medio con Sus discípulos, pero para cuando Él se fue, ellos habían sido tan transformados, que eran como personas que habían recibido una educación formal (Hechos 4:13). Cuando alguien pasa tiempo contigo, ¿puede otra gente notar una diferencia positiva en él o ella?

La Biblia dice que si tú levantas a un siervo con dedicación, desde su niñez, ese siervo después se convertirá en un hijo para ti (Proverbios 29:21). La niñez aquí se refiere al tiempo en el que la persona no entiende mucho sobre la vida. Si tienes a gente trabajando para ti, cuídalos como si fueran tus hijos. Corrígeles cuando sea necesario, enséñales las cosas que necesitan aprender y no te rindas con ellos mientras que siguen trabajando en sus debilidades. Después de un tiempo, ellos se convertirán en hijos e hijas para ti.

Muchas personas dicen que no pueden tolerar ninguna tontería, cuando, en realidad, lo que pasa es que no tienen paciencia con la gente. Ese tipo de personas se olvida de que la paciencia es un fruto del Espíritu (Gálatas 5:17). Muchas personas que me apoyan hoy, al principio necesitaban ser pulidos. Sin embargo, el Señor me ayudó a entrenarles. No me di por vencido con ellos, y después de un tiempo, eran como hijos para mi, capaces de manejar tareas de carácter sensible. Si quieres tener éxito com líder, tienes que aprender a invertir en las personas.

En la tierra de los yorubas hay un dicho que dice, «aquel cuyos hijos serán muchos no puede tener poca paciencia.» A veces, la razón por la que gente está sola es porque, con su intolerancia, han alejado de sus vidas a los hijos que Dios le envió. Hay muchas personas con un gran potencial ahí fuera, que podrían convertirse en personas importantes, si tan solo alguien se tomara el tiempo de entrenarlas. Sin embargo, esto no quiere decir que debas de continuar tolerando a gente que hacen cosas terribles continuamente, o gente que se involucra en actos criminales. Después de muchas advertencias y esfuerzos por cambiar a ese tipo de personas, si se niegan a cambiar, puedes entregar el caso, como hizo Pablo en 1 Corintios 5:5. Sin embargo, si esas personas tienen un buen comportamiento en general, aunque con algunos rasgos negativos, pero están dispuestas a mejorar, no uses tu impaciencia para dejarles ahí fuera y solos en el mundo.

PUNTO CLAVE: Busca producir hijos, a partir de las personas que Dios envía a tu vida.

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Amén