Memoriza: «Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.» Romanos 8:11
Lee: Marcos 16:16 – 20
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
La ascensión
19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 8 – 11
MENSAJE
Hoy, concluiré mi estudio sobre la razón del nacimiento de Jesucristo, analizando el impacto del Espíritu Santo en las vidas de los creyentes. Como mencioné ayer, Jesús allanó el camino para que el Espíritu Santo viva en los creyentes, y la implicación de esto se encuentra en Juan 7:38;
«El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.»
En otras palabras, el pasaje anterior está diciendo que todo aquel que es creyente, tiene al Espíritu Santo fluyendo dentro de él o ella, dándole poder para sanar al enfermo, resucitar a los muertos, y hacer todo tipo de milagros. Esto significa que, si eres un creyente, las señales y las maravillas que Jesucristo hizo, también te seguirán (Marcos 16:17), y tú harás obras incluso más grandes (Juan 14:12).
Cuando Jesucristo murió en la cruz, el velo de la cámara interior del templo se partió en dos (Mateo 27:51). Esto significa que la manifestación de la presencia de Dios ya no era reservada exclusivamente para el sumo sacerdote. Cada hijo de Dios tiene acceso al trono de gracia y puede hacer las mismas cosas, que solo el sumo sacerdorte podía hacer en el Antiguo Testamento. No mires a los ministros de Dios como las únicas personas que pueden obrar milagros; tu también puedes obrar milagros, si el Espíritu Santo habita en ti.
Juan 3:34 nos dice que a Jesucristo, se le dio el Espíritu Santo sin medida, ya que representa a Dios, y habla Su palabra tal y como Él fue enviado. Esto implica que la expresión de la medida del Espíritu Santo en los creyentes, varía según lo bien que ellos cumplan la voluntad de Dios para sus vidas. Si vives en santidad y te acostumbras a pasar tiempo de calidad en la presencia de Dios cada día, él seguirá aumentando la medida de la expresión del Espíritu Santo en tu vida, con señales y maravillas evidentes.
Las circunstancias a tu alrededor, no deben de dictar cómo debes vivir tu vida. Puedes llevar el Espíritu Santo en ti, por lo tanto, debes de ordenar a las situaciones y las. circunstancias que te favorezcan. El diablo tiene miedo de que los creyentes usen el poder que tienen en Cristo. Él solo puede oprimir a aquellos que no están ejercitando el poder que tienen en Cristo.
Si entregas tu vida a Jesucristo, tienes una ventaja única, gracias al poder del Espíritu Santo que tienes dentro de ti. Empieza a ejercitar el poder hoy, y verás al diablo temblar de miedo.
LLAMADA A LA ACCIÓN: La próxima vez que encuentres a alguien enfermo, impón tus manos sobre la persona y ora para que reciba sanidad.
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Amén