Memoriza: «No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.» Josué 21:45
Lee: Hebreos 6:10 – 15
10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. 11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. 15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
BIBLIA EN UN AÑO: Hebreos 5 – 8
MENSAJE
Puedes conseguir mucha fortaleza de las promesas de Dios. Números 23:19 dice que Dios no es como la gente que hace promesas y no las cumple. Cuando Dios te hace una promesa, Él va a cumplirla.
Quizás lleve un tiempo, pero toda promesa que has recibido de parte de Dios, se cumplirá, porque 2 Corintios 1:20 dice que Sus promesas son Si y Amén. Una de Sus promesas es que tu siempre vencerás los ataques diabólicos, porque Isaías 54:17 dice claramente, que ningún arma forjada contra ti prosperará. Esta es la promesa del Dios Altísimo, y nunca puede fallar.
Deuteronomio 28:7 dice que cuando los enemigos vengan en tu contra, serán derrotados delante de ti. En otras palabras, tu no eres el que lucha, solo mirarás como son vencidos delante de ti. Cuando vengan en contra de ti en una dirección, serán esparcidos por siete direcciones diferentes (Deuteronomio 28:7).
Otra promesa está en Deuteronomio 28:13;
« Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas.»
Del pasaje anterior, es evidente que tu siempre emergerás a la superficie, no importa lo que te suceda. Cuando era jove, solía jugar con los gatos de mi casa. Sostenía las patas del gato y ponía su espalda en el suelo, y retiraba mis manos. Tan pronto como retiraba las manos, el gato se volvía a poner de pie en un abrir y cerrar de ojos. Esto afirma el dicho de los ancianos africanos: «La espalda de un gato no toca el suelo» Esta es otra forma de decir que, no importa lo que te suceda, tú nunca perderás.
La promesa de Dios para ti es que, no importa lo que suceda, tu siempre serás la cabeza y no la cola; estarás por encima y nunca por debajo. Debes de tener en cuenta, sin embargo, que tu tienes una parte que cumplir para que las promesas de Dios se cumplan en tu vida.
Si hay alguna promesa que estás intentando activar en tu vida, encuentra en las Escrituras, cuales son las condiciones asociadas a esa promesa, haz. tu parte, y verás esa promesa cumplirse en tu vida, en el momento adecuado.
PUNTO CLAVE: Las promesas de Dios son Sí y Amén.
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Amén