Memoriza: «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas» Mateo 7:12
Lee: Jeremías 22:13 – 17
13 ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! 14 Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón. 15 ¿Reinarás, porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien? 16 Él juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová. 17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.
BIBLIA EN UN AÑO: Jonás 1:1-4:11, Apocalipsis 5:1-14
MENSAJE
Joacim fue el hijo del Rey Josías, y se convirtió en rey de Judá después de la muerte de su padre. El reinado de Joacim estuvo marcado por su rebelión en contra de Dios, y por negarse a escuchar a los profetas que fueron enviados para advertirle de las consecuencias de sus acciones. De hecho, el libro de Jeremías registra que cuando el Profeta Baruc le leyó en voz alta las palabras del Señor, Joacim cortó el pergamino y lo quemó en el fuego (Jeremías 36:14 – 24).
Las palabras del profeta para Joacim, en la lectura Bíblia de hoy revelan que Joacim no solo era culpable de desobedecer a Dios, sino que también maltrataba y explotaba a su pueblo para su propio beneficio. él se construyó un gran palacio, pero no pagó a los obreros justamente, y usó su poder para oprimir a los pobres y a los necesitados.
La historia de Joacim es una advertencia para nosotros hoy. Es un recordatorio de que no escuchar las palabras de Dios tiene sus consecuencias. También, cuando estás en una posición de liderazgo, no te dejes distraer por las cosas de este mundo, o te vuelvas egoísta y explotador como Joacim.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a ser fiel a ti, y guardar Tus mandamientos, en el nombre de Jesús.
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Amén