Memoriza: «Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento» Eclesiastés 12:1
Lee: Lamentaciones 3:25 – 27
25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
BIBLIA EN UNA ÑO: Gálatas 4 – 6
MENSAJE
En Proverbios 20:29, la Biblia dice que la gloria del joven es su fortaleza, y la belleza de los ancianos es su vejez. Cuando eres joven, eres fuerte y ágil, y tienes la fortaleza para saltar por ahí, y trabajar largas horas. Sin embargo, la Biblia dice en Isaías 40:30;
« Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen»
La fortaleza que viene de la juventud no dura para siempre. David era un guerrero valiente cuando era joven; no solo mató a Goliat, también entrenó a otras asesinos gigantes. Sin embargo, llego a un punto de su vida en el que se cayó al suelo, y hubiera muerte en la batalla si alguien no hubiera venido a su rescate(2 Samuel 21:15 – 22).
La gloria del joven es su fuerza; sin embargo, la fuerza no debe de ser usada egoístamente. Más bien, debe ser usada primeramente para servir a Dios. Si eres un joven, no debes de usar tu fuerza para involucrarte en la inmoralidad sexual, o para perseguir placeres mundanos. En vez de eso, usa tu fuerza para trabajar para Dios, pues esta es la razón principal por la que Él te hizo fuerte. Hay muchas personas hoy en día, que se arrepienten constantemente de cómo pasaron su juventud. Algunas de ellas no tiene un matrimonio estable, o una buena fuente de ingresos, por cómo vivieron sus vidas cuando eran más jóvenes. Ellos sacrificaron el tener un buen futuro por el altar de «pasarla bien».
Si eres joven, necesitas tener cuidado con las semillas que estás sembrando, porque ciertamente las cosecharás en el futuro. Eclesiastés 11:9 – 10 dice:
«Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.»
Debes de apartar todo lo malo de ti, especialmente si eres un joven que está leyendo esto. Tu fortaleza como joven no durará para siempre. Cuando esta fortaleza juvenil se acabe, y te hagas mayor, tendrás que enfrentarte a los resultados de las semillas que sembraste en tu juventud.
Sirve al Señor con todas tus fuerzas ahora. Una palabra es suficiente para el sabio.
PUNTO CLAVE: La fortaleza juvenil no durará para siempre; úsala para servir al Señor.
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Amén