Devocional Cielos Abiertos

TU CIUDAD NATAL DEBE SER SALVADA

Memoriza: « Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.» Lucas 6:9

Lee: Génesis 18:16 – 33

Abraham intercede por Sodoma

16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. 17 Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, 18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? 19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. 20 Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, 21 descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré. 22 Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.

23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? 25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. 27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. 28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. 30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Corintios 14 – 16

MENSAJE

En la lectura Bíblica de hoy, Abraham estaba caminando hacia Sodoma con tres hombres que le habían visitado. De camino, el Señor le dijo que Su plan era destruir Sodoma y Gomorra, por causa de sus numerosos pecados. Creo que Dios le contó a Abraham Su plan porque quería que él intercediera por la gente de esas ciudades.

Abraham intercedió, y Dios aceptó todo lo que él dijo. Sin embargo, no había suficientes personas justas en Sodoma y Gomorra, así que al final fueron destruidos. Esto muestra que incluso cuando Dios llama a un intercesor a orar en contra de la destrucción de una nación, o ciudad en particular, si él no puede encontrar suficientes Cristianos allí, la tierra quizás sea finalmente destruida.

Cuando Abraham estaba intercediendo por Sodoma, su sobrino Lot, debió estar en su mente. Estoy seguro de que él de inmediato hizo los cálculos y contó a Lot, su esposa, y sus hijas. Él también probablemente asumió que las hijas de Lot tenían novios cuyos padres también estaban allí. Después de estes rápido cálculo, él debió de llegar a la conclusión de que debía de haber por lo menos diez hijos de Dios en la ciudad. Esta debió de ser la razón por la cual el acordó con Dios y dijo, «Señor, si encuentras a diez justos en Sodoma, ¿salvarás la ciudad por causa de ellos?» Dios aceptó, pero desafortunadamente, no había diez personas justas en la ciudad. Oro porque siempre que Dios visite tu ciudad natal, Él encuentre más de diez personas justas ahí, y Su misericordia prevalezca por encima del juicio.

Por eso debemos hacer algo urgentemente por nuestra ciudad natal. Debes de asegurarte de que la luz del evangelio brilla ahí, para que incluso si algunas personas hacen actos malvados, que normalmente provoquen la ira de Dios, Él considera a Sus hijos y salve la tierra. Asegúrate de que predicas a menudo el evangelio, a la gente de tu ciudad natal, para que puedas hacer volver al camino de justicia, a tantas almas como te sea posible. La Biblia dice que si haces esto, serás sabio, y habrá gran gloria delante de ti (Daniel 12:3).

Jesús, específicamente le dijo a Sus seguidores que predicaran el evangelio desde sus ciudades natales, cuando dijo en Hechos 1:8, que serían testigos de Él en Jerusalén primeramente, después en Judea, Samaria, y el resto del mundo.

Predica y enseña la palabra de Dios a la gente en tu ciudad natal. Esta es la voluntad de Dios, y al obedecer, tu y tu ciudad natal seréis bendecidos tremendamente.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Predica la palabra de Dios, y empieza una reunión de célula en tu ciudad natal para asegurarte de que la luz de Dios brilla ahí.

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Amén