Escuela Dominical

CONTROL DE LA IRA

Versículo a Memorizar: «No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.» Eclesiastés 7:9

Pasaje Bíblico: Efesios 4:26 – 27

26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo.

INTRODUCCIÓN

La ira es una emoción negativa caracterizada por la amargura hacia alguien o algo, especialmente cuando se percibe como algo malo. A menudo enciende sentimientos y comportamientos poderosos, inquietantes y agresivos. El sentimiento de ira surge a raíz de como interpretamos o reaccionamos ante ciertas situaciones. La ira está catalogada como una «locura transitoria» porque toma el control de la mente y el cuerpo, y quita la habilidad de razonar, sin respetar la dignidad y la amistad. El Control de la Ira es retomar el control de nuestras emociones, y la habilidad de regular la rabia. Podemos estar enfadados pero, debe de ser algo controlado, que no degenere hacia el pecado (Salmos 37:8; Efesios 4:26 – 27).

DESENCADENANTES DE LA IRA Y SUS EFECTOS

Como humanos, tenemos desencadenantes que nos hacen enfadar, y estos pueden ser, por asuntos triviales (Levítico 10:16 – 17). Los problemas de ira también emanan de un fuerte sentimiento orientado hacia una injusticia supuesta o real (Números 22:27). Otras causas de ira incluyen odio/frustración (Jonás 3:10; 4:1); falta de control sobre el espíritu (Proverbios 25:28); prejuicios (2 Samuel 12:5 – 7); temperamento irascible (Proverbios 14:17); actuar con insensatez (2 Crónicas 16:8 – 10): agresividad transferida (Daniel 2:11 – 12); y razones injustificables (Mateo 5:22).

La ira es peligrosa porque puede resultar en asesinato y alterar los destinos (Génesis 49:6 – 7). También agita la lucha (Proverbios 29:22); arruina/rompe las buenas relaciones (Proverbios 22:24 – 25); hace a la persona hacer cosas irracionales (Éxodo 32:19); te rebaja (1 Samuel 17:28 – 30); hace a una persona decir lo que no debe (1 Samuel 20:30).

ACTIVIDAD DE CLASE 1: ¿Ha habido algún momento en el que estuvieses enfadado y dijeras algo de lo que después te arrepintieras? Comparte la experiencia con la clase.

SOMETIENDO LA IRA

Para controlar la ira, todo creyente debe desarrollar la habilidad de controlar su temperamento (particularmente en situaciones estresantes), con la ayuda del Espíritu Santo (Gálatas 5:22 – 23). Debemos de mostrar un comportamiento adecuado, y/o estar en desacuerdo de una forma apropiada, sin perder el control de nuestras emociones (Efesios 4:26). El autocontrol es un buen regulador de la ira (Gálatas 5:23). Debemos de, conscientemente, apartar nuestra ira (Efesios 4:31). La ira es una vicio del que debemos parar (Salmos 37:8). Debe de ser cancelado deliberadamente (Colosenses 3:8)

Debemos también de emplear estrategias, tales como ser lento para hablar (Santiago 1:19); dar respuestas suaves y amables (Proverbios 15:1); ser discreto (Proverbios 19:11); alejarse de personas irascibles o situaciones violentas (Proverbios 26:4); preguntarse a uno mismo «¿Porqué estoy enfadado?» (1 Corintios 9:27); mirar en nuestro interior con ayuda divina, para indagar en problemas no resueltos que encienden nuestras ira (Samos 139:23 – 24); mantenerse calmado (Proverbios 14:29); no dejar que la ira nos dure varios días muestra madurez.

Si pierdes los nervios con la mínima provocación, debes de aceptar que tienes problemas de ira, y tratar el asunto con decisión. Visita un terapeuta si es necesario, y pídele a Dios que te ayude.

ACTIVIDAD DE CLASE 2: ¿Qué pasos prácticos has tomado para controlar la ira? Compártelo con la clase.

CONCLUSIÓN

Dios nos ha dado el Espíritu de autocontrol (Gálatas 5:23a), nuestra ira puede ser controlada, cuando trabajamos en ella y le pedimos a Dios que nos ayude. Controla tu ira antes de que te arruine.

PREGUNTAS

  1. Identifica desencadenantes de la ira.
  2. Menciona tres formas de controlar la ira.

TAREA: Menciona cinco ejemplos en los que ejercitase control sobre la ira y Dios fue glorificado.

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Amén