Memoriza: «Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.» Apocalipsis 3:19
Lee: Apocalipsis 3:19 – 20
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
BIBLIA EN UN AÑO: Daniel 5:1-31, 2 Pedro 2:1-22
MENSAJE
Antes de entregar mi vida a Cristo, mi esposa dio a luz a mis tres hijos por cesárea, pero después de mi conversión, ella, milagrosamente dio a luz a dos de nuestros hijos por parto normal. En ese tiempo, uno de ellos se enfermó, y oré, ayuné, hice vigilia, hice votos, etcétera, para que se sanara. Después de un tiempo, le pregunté a Dios porqué Él no sanaba a mi hijo, y Él me dijo que era porque el niño era mío. Entendí el mensaje, cambié mis oraciones y sinceramente oré, «Padre, por favor, sana a Tu hijo». Para mi sorpresa, mi hijo se recuperó en una hora.
Dios está a cargo de las vidas de Sus hijos; sin embargo, debes de entregarte a Su autoridad antes de que Él pueda estar totalmente al mando. Deja de preocuparte por las cosas sobre las que Dios ya está al cargo. Cualquier área que se le permite a Dios controlar, está protegida por un seguro divino, pero las áreas que mantienes apartadas de Él son objetivo del enemigo.
Nunca ames más el regalo que a Aquel que te da el regalo. En otras palabras, no ames as cosas con las que Dios te ha bendecido, más que a Él.
REFLEXIÓN: ¿Quién está al mando de tu vida?
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Amén