Devocional Cielos Abiertos

DEJA QUE ÉL LUCHE POR TI

Memoriza: «No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.» Romanos 12:19

Lee: Éxodo 14:10 – 28

10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. 11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. 17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; 18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquellos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. 28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Corintios 1 – 4

MENSAJE

No hay ningún sitio en la Biblia en el que diga que debas luchar por ti mismo. En vez de eso, lo que la Biblia dice es, «El Señor luchará por ti, y tú vosotros estaréis tranquilos» (Éxodo 14:14). También, el versículo a memorizar dice, que no debes de vengarte por ti mismo, sino que la venganza es del Señor.

La razón por la que Dios nos dice que no luchemos por nosotros mismos o nos venguemos, es que tú le perteneces a Él, y tú eres Su responsabilidad. Por lo tanto, si alguien viene a luchar contigo, Él es el que se levantará para luchar. Por lo tanto, siempre que tú luchas por ti mismo, estás diciéndole a Dios que tú eres tu dueño y puedes cuidarte solo. En esencia, le estás diciendo que se mantenga al margen de tu problema. Créeme, si Dios se mantiene al margen de los problemas de una persona, esta persona está acabada (Lamentaciones 3:22).

Algunas personas piensan que son fuertes, por lo tanto, son rápidos para levantarse ante cualquier lucha. En mi caso, se que no soy nada fuerte. Si ves algo de fortaleza en mi, es porque Cristo me fortalece (Filipenses 4:13). Sin Cristo, soy simplemente una persona débil. Por eso, siempre que me enfrento a alguna oposición, le digo al que me está confrontando, «Si estás luchando conmigo, has ganado, incluso antes de empezar, porque no tengo poder. Sin embargo, si estás luchando con Dios, entonces te compadezco» Esta siempre ha sido mi posición, porque Dios me ha asegurado tranquilidad y seguridad en Él. Se que en la quietud y en la confianza está mi fortaleza (Isaías 30:15), porque soy más que vencedor, a través de Cristo que me ama (Romanos 8:37). Siempre decido poner toda mi confianza en Él, Él nunca me ha fallado, y nunca lo hará (Deuteronomio 3:16).

Tú eres mas fuerte cuando estás tranquilo y confiado en la habilidad del Señor para luchar por ti. La gente que se enfrenta a ti, ya piensan que son más fuertes que tú, por lo tanto, cuando gritas y trtas de luchar por ti mismo, solo les harás sentirse más fuertes. Sin embargo, cuando estás tranquilo y confiado, ellos sabrán que Aquel que es mayor que el más grande, está detrás de ti, y ellos te dejarán en paz. Si eligen continuar desafiándote, serán destruidos por el Señor de los ejércitos, en quien tu pones tu confianza.

PUNTO CLAVE: Pon toda tu confianza en Dios y Él luchará por ti.

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Amén