Memoriza: « Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.» Juan 4:23
Lee: 1 Samuel 15:20 – 31
20 Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21 Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
24 Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25 y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26 Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27 Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y este se rasgó. 28 Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 29 Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. 30 Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. 31 Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová.
BIBLIA EN UN AÑO: Romanos 15 – 16
MENSAJE
Cuando la gente canta, baila, e incluso llora mientras está adorando a Dios, parece que están adorando a Dios en espíritu y en verdad. Sin embargo, solo Dios sabe quienes son los que verdaderamente le adoran a Él, y los que simplemente están fingiendo.
En nuestra lectura Bíblica de hoy, vemos los indicadores principales de la adoración fingida. Saúl estaba adorando a Dios solamente para que los ancianos, y el pueblo de Israel, pudieran ver que él estaba adorando. Si solo adoras a Dios en la iglesia para que la gente te vea, entonces eso no es verdadera adoración. Cuando los verdaderos adoradores, adoran a Dios en público, es una extensión de lo que ya han estado haciendo en privado. Ellos realmente prefieren adorar a Dios en privado para poder expresarse libremente, en vez de hacerlo en público, donde tienen que considerar la gente que tienen a su alrededor.
Otro indicativo de una adoración fingida, es cuando tu adoración consiste en solo dar palmas, cantar y bailar, sin buscar el conocer y obedecer a Dios. Si no buscas hacer Su voluntad en todo momento, pero solo te gusta cantar canciones de adoración, solo estás disfrutando de buena música; no estás adorando realmente. La verdadera adoración trata de complacer a Dios, no solo cantar, disfrutar de buena música, y sentirte bien contigo mismo. Los verdaderos adoradores buscan conocer a Dios a diario y obedecer Sus mandamientos. Ellos dan sus corazones por completo a Dios y buscan glorificarle a Él con todo lo que tienen en sus vidas. Por eso 1 Corintios 10:31 dice; « Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.»
La verdadera adoración viene del corazón; no es simplemente una fiesta. Los verdaderos adoradores están tan enamorados de Dios, que le adoran sirviéndole y dando a Su obra con diezmos y ofrendas. Ellos también adoran a Dios poniéndole a Él primero en todo lo que hacen. Ellos son adictos a pasar tiempo en Su presencia y no pueden imaginar estar separados de Él. Como David, los verdaderos adoradores dirían:
«Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?» – Salmos 42:1 – 2
La esencia de la verdadera adoración, reside en la obediencia y glorificar a Dios con nuestras vidas, mas que en ofrecer sacrificios a Él solo con nuestra boca. ¿Estás realmente adorando a Dios?
PUNTO CLAVE: La adoración viene del corazón, y se expresa a través de cada área de tu vida, no solo con los labios.
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Amén