Memoriza: «y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.» Mateo 3:2
Lee: Eclesiastés 3:1 – 8
Todo tiene su tiempo
3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
BIBLIA EN UN AÑO: Daniel 2:24-3:30, 1 Pedro 4:7-5:14
MENSAJE
Había un jefe al que yo prediqué una y otra vez durante algunos años, que posponía una y otra vez, el momento de arrepentirse y de su salvación. Entonces, un día, de repente tuvo un ataque al corazón, pero consiguió decirle a su gente que me avisaran. Fui a encontrarle, oré por él, y Dios le sanó. Entonces dije, «Jefe, siento que Dios le ha dado una segunda oportunidad. ¿Entregarás tu vida a Él ahora?» Otra vez él dijo, «Aún no» La siguiente que escuché sobre él es que había muerto.
Han habido casos en los que la persona no tuvo una segunda oportunidad de arrepentirse antes de morir. Algunas personas descaradamente, se niegan a arrepentirse, hasta que es demasiado tarde. Puede parecer que tengas todo el tiempo del mundo para arrepentirte y empezar a vivir una vida de santidad, pero es posible que mañana, realmente sea demasiado tarde. Todo el mundo tiene una copa; el día en el que esa copa se llena es el día en el que el tiempo de la persona para arrepentirse se ha acabado. Si estás viviendo en pecado, Dios está esperando a que te arrepientas de ellos, antes de que tu copa esté llena, y sea demasiado tarde. No seas como el jefe, que murió sin entregar su vida a Jesús.
PUNTO CLAVE: Mañana puede ser demasiado tarde.
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Amén