Memoriza: « Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.» Lucas 9:62
Lee: Hebreos 10:35 – 39
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 24:1-26:21, Hebreos 11:1-16
MENSAJE
En el momento en el que una persona entrega su vida a Cristo, empieza un gran proyecto de construcción de un edificio, en el Espíritu, al poner Dios los cimientos, levantar las paredes, quitar los escombros, etcétera. Sin embargo, cada vez que la persona se aparta de Dios, el edificio se ve afectado. Por ejemplo, si un escultor decide esculpir un elefante de una pieza de madera y se encuentra con algo de resistencia, él quizás decida esculpir un mono de la pieza de madera en vez de un elefante. Si la pieza de madera se rompe, el escultor quizás decida esculpir una rata con lo que queda de la pieza de madera, y si la madera se rompe de nuevo, y ya no se puede usar para esculpir, el escultor puede decidir convertirla en leña para el fuego.
La gente que se aparta de Dios son como esas piezas de madera que se rompen una y otra vez. Cuando esas personas se vuelven a levantar, ya no pueden cumplir el plan original de Dios para sus vidas, a no ser por misericordia divina.
El mayor peligro de apartarse de Dios es ser echado al infierno. Por favor pídele a Dios la gracia para permanecer en la fe, y si estás ya fuera de la fe, pídele que te restaure ahora.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, no permitas que yo tropiece, en el nombre de Jesús.
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Amén