Devocional Cielos Abiertos

AFÉRRATE A TU VISIÓN – 3

Memoriza: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:2

Lee: Génesis 30:25 – 43

Tretas de Jacob y de Labán

25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. 26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré. 29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo. 30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? 31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas. 32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario. 33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. 34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices. 35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. 36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.

37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.

BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 4 – 5

MENSAJE

Hoy, concluiré mi enseñanza sobre la visión, enfatizando que puedes convertirte en lo que ves. En la lectura Bíblica de hoy, Laban acordó darle a Jacob todas las ovejas moteadas de su rebaño como paga. Sin embargo, porque él quería engañarle, secretamente quitó todas las ovejas moteadas, dejando solo las de un color en el rebaño. A pesar de esto, Jacob peló cortezas árbol e hizo marcas con ellas. Él puso las marcas de corteza en el lugar donde las ovejas normalmente bebían para que siempre que fueran a beber, las vieran. Él también se aseguró de que los animales vieran las marcas de corteza siempre que se apareaban. En poco tiempo, las ovejas de un solo color empezaron a producir ovejas moteadas, hasta que las ovejas moteadas fueron más que las de un solo color en el rebaño. Jacob, cambió el ADN de las ovejas cambiando lo que ellas veían.

2 Corintios 3:18 dice que al seguir mirando a Jesucristo, somos transformados a Su imagen. Debes de prestar atención a lo que estás mirando porque eso es lo que serás en el futuro. Deliberadamente, fija tu atención en las cosas y las personas que te influencien para convertirte en lo que tú quieres ser en el futuro.

La primera vez que fui a Corea del Sur para asistir a la iglesia del Dr. Yonggi Cho, vi que ellos, ese comingo, tenían siete servicios en un auditorio con capacidad para 50.000 personas. Tenían que rogarles a aquellos que habían asistido al servicio que no fueran la semana siguiente. Vi algo que representaba lo que yo quería llegar a ser, y así pues, llevé esa visión a Dios y clamé a Él sobre ella. Unos años después, volví a esa iglesia, y pude conocerle y él dijo, “He oído hablar de ti, ¿podrías por favor orar por mi?” Yo atrapé una visión la primera vez que fuí ahí, y Dios empezó a alinear las cosas para convertirme en lo que vi. Cuando volví ya era una persona diferente. Si tienes una visión y permaneces centrado en ello, te convertirás en lo que ves en tu visión.

Finalmente, aquello en lo que te deleitas determinará tu destino. En Jueces 16, Sansón se deleitaba en las cosas equivocadas. Él siguió visitando a las prostitutas y cometió todo tipo de atrocidades; por eso murió joven. Gehazi podía haberse convertido en un profeta más grande que Eliseo, pero su amor por la plata y el oro le hizo acabar como un leproso (2 Reyes 5:25 – 27).

¿A qué visión te estás aferrando?

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Amén