Memoriza: “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.” Eclesiastés 7:9
Lee: Génesis 49:5 – 7
5 Simeón y Leví son hermanos;
Armas de iniquidad sus armas.
6 En su consejo no entre mi alma,
Ni mi espíritu se junte en su compañía.
Porque en su furor mataron hombres,
Y en su temeridad desjarretaron toros.
7 Maldito su furor, que fue fiero;
Y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré en Jacob,
Y los esparciré en Israel.
BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 14:12-16:41, Hebreos 7:18-28
MENSAJE
La ira es un vicio destructivo que hace que una persona parezca que está loca hasta que desaparece. La gente enfadada tiende a no controlar sus acciones durante las discusiones, o después de haber albergado amargura en sus corazones hacia la gente que les ha ofendido. Esta era la situación de Simeón y Leví en la lectura Bíblica de hoy. Ellos estaban muy molestos por la violación de su hermana Dina.
Siquem había mancillado a Dina y prometió casarse con ella, pero sus hermanos no podían permitir eso porque la virginidad antes del matrimonio era algo honorable en Israel. Ellos pretendieron que aceptaban la proposición de Siquem, pero se vengaron cuando convencieron a los hombres de la tierra para que se circuncidaran. Como resultado de esto su padre Jacob, pronunció maldiciones sobre ellos en su lecho de muerte.
Debes de tener cuidado con cómo reaccionas cuando te enfadas. Una de las maneras que yo tenía de controlar mi mal temperamento, hasta que Dios finalmente lo hizo desaparecer, era que cada vez que alguien me enfadaba, yo contaba dentro de mi, hasta 100. Poco a poco mi mente dejaba los pensamientos de enfado y se centraba en los números que estaba contando hasta que me calmaba.
PUNTO CLAVE: La próxima vez que te enfades, cuenta de 1 a 100 antes de reaccionar.
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Amén