Memoriza: «No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.» Santiago 1:7
Lee: Santiago 1:6 – 8
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 13 – 15
MENSAJE
Cuando pones una denuncia en el juzgado, te piden que des evidencias para mostrar que lo que estás diciendo es cierto. El propósito de la evidencia es validar tu denuncia y mostrar a todo el mundo que estás seguro de lo que estás diciendo. Si tienes evidencias, las presentarás confiadamente para apoyar tu denuncia. Si tu, sin embargo, no tienes ninguna evidencia, será difícil tener ese tipo de confianza. En otras palabras, una evidencia da al denunciante confianza.
» Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» – Hebreos 11:1
El pasaje anterior dice que la fe es la evidencia de las cosas que no vemos. Si tu fe es realmente una evidencia, estarás confiado en cuanto a tus reclamaciones sobre la palabra de Dios y las cosas por las que oras, de la misma manera que el denunciante del ejemplo que he compartido anteriormente. No orarás por algo hoy hablarás con dudas sobre la misma cosa mañana.
Cuando oras, debes de creer con todo tu corazón que, aquello por lo que has orado ya ha sido establecido (Marcos 11:24). Solo entonces puedes ver tus oraciones contestadas. No debes permitir que la duda entre en tu corazón de ninguna manera. Un poco de duda contaminará tu fe y puede evitar que consigas aquello por lo que estás orando. Mateo 21:21 dice:
«Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.»
Ten cuidado, sin embargo, porque el diablo intentará enviar miedo a tu corazón. Él te dará todas las razones posible por las que tu milagro no se puede dar, pero debes de atacarle con la palabra de Dios. Romanos 10:17 dice: «….la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.» Siempre que te asalten las dudas, recita la palabra de Dios que las rechaza una y otra vez, hasta que la palabra ahogue las dudas. En Josué 1:8, la Biblia dice que para tener buen éxito, la palabra de Dios nunca debe de apartarse de tu boca. Ten en cuenta que no dice de tu corazón sino de tu boca.
Si deseas algo en tu vida, ora por ello en fe y declara la palabra de Dios en cuanto a ello sin dar lugar a las dudas.
PUNTO CLAVE: Nunca permitas que la duda entre en tu corazón, no hay nada imposible para Dios.
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Amén