Memoriza: «a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte» Filipenses 3:10
Lee: 2 Reyes 2:9 – 12
9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. 10 Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
Lee: 2 Reyes 2:23 – 24
23 Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube! 24 Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 14 – 17
MENSAJE
Continuando con mi enseñanza sobre las categorías de oraciones, hoy me centraré en las oraciones peligrosas. Algunas oracioens son peligrosas porque lo que sigue si Dios contesta será algo peligroso. Esto es porque a aquel al que se le da mucho, se le requiere mucho también (Lucas 12:48).
La oración para que Dios te unja y te de dones espirituales es una oración peligrosa. Cuanto más grande sea tu unción, más visible serás para el enemigo. Cuando lees Jueces 15, ves como de poderoso era Sansón. Sin embargo, en Jueces 16, ves lo peligroso que fue el poder. Esta es la razón por la que paso tiempo de calidad orando por mis hijos que son evangelistas. Le doy gracias a Dios por sus vidas y los milagros que suceden a través de ellos, pero también se que la unción les hace muy visibles para el enemigo, y necesitan estar protegidos.
El enemigo siempre anda detrás de la gente ungida. En 2 Reyes 1:7 – 15, el rey envió a un total de 153 soldados para arrestar a Elías. Sin embargo, en 2 Reyes 6:8 – 16, cuando el rey quería arrestar a Eliseo, quien tenía una doble porción de unción, él envió a todo su ejército. Hay un nivel de riqueza e influencia, que si se lo pides a Dios y Él te lo da, tendrá resultrados peligrosos. Esta es la razón por la cual a veces, Dios retiene algunas cosas en la vida de algunas personas, porque sabe que ellos no podrán manejarlas. Como Eliseo, si pides por un nivel de unción y Dios te lo da, tu lengua ya no será la misma. Con esto, puedes bendecir y puedes también matar. En 2 Reyes 2:19 – 24, Eliseo habló, y la maldición que había estado sobre Jerícó por generaciones desapareció. También, él decretó una maldición sobre 42 hijos ingobernables, y todos ellos murieron al instante.
Es bueno pedirle a Dios cosas grandes, pero cuando lo hagas, recuerda Números 20:1 – 12. Moisés había liderado a los israelitas por 40 años, él cometió un solo error, y Dios dijo que no entraría a la Tierra Prometida por culpa de ese error. Esta es la razón por la que es importante orar siempre por nuestros líderes, especialmente tus líderes espirituales. El poder que ellos poseen puede sanar o matar. En Hechos 5:1 – 11, Ananías y Safira vendieron una. tierra, le entregaron a Pedro menos que la cantidad que recibieron por la tierra, y esta decepción les costo sus vidas.
El poder puede bendecir, matar, sanar, y ponerte enfermo; asegúrate de que puedes manejarlo antes de pedirlo. En 2 Reyes 5:1 – 27, Naamán fue limpiado por obedecer una instrucción de parte de Eliseo, y Ghazi se convirtió en leproso por otra declaración del mismo Eliseo.
PUNTO CLAVE: Asegúrate de que estás santificado en Cristo antes de pedir un gran poder de parte de Él.
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Amén