Memoriza: «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias» Colosenses 4:2
Lee: Daniel 9:3 – 19
3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. 4 Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; 5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. 6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. 7 Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. 8 Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. 9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, 10 y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 11 Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. 12 Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. 13 Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. 14 Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz. 15 Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. 16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro. 17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. 18 Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. 19 Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
BIBLIA EN UN AÑO: Sofonías 1 – 3
MENSAJE
La oración es una de las armas más grandes que Dios le ha dado al hombre; la habilidad de clamar a Él en cualquier momento y tener que Él nos responda. Es un cheque en blanco para Sus hijos. La cuestión ahora es, ¿cómo es que los Cristianos no usan este cheque en blanco? La respuesta está en Salmos 10:4;
«El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.»
Los Cristianos que no oran son orgullosos; significa que no tienen a Dios en sus pensamientos porque piensan que son lo suficientemente listos como para resolver sus problemas. 1 Corintios 1:25 dice que no importa lo sabio que seas, las cosas de Dios que parecen una tontería, sobrepasan la sabiduría humana, y las cosas que parecen débiles, sobrepasan la fortaleza humana. Es una tontería no orar.
Un día, cuando era un niño, estaba jugando al fútbol al lado de nuestra casa. Le di a la pelota y fue a parar a lo alto del tejado, y se quedó allí atrapada. Era pequeño, a´si que no podía ver la pelota. Intenté usar un palo para hacer que la pelota cayera del tejado, pero no pude. Mi padre estaba sentando cerca, pero yo no le pedí ayuda. Al final, cuando estaba ya cansado, le pedí ayuda y él dijo, «Me viste aquí todo este tiempo, pero no pensaste en pedirme ayuda» Él se levantó y agitando su mano, hizo que la pelota cayera. Pensé que podía recuperar la pelota yo solo, y seguí estresándome por hacerlo aunque podía haberle pedido ayuda a mi padre simplemente, y tener la pelota más fácilmente. Muchas personas se estresan sin necesidad, corriendo de aquí para allá, buscando soluciones a problemas que puedan resolver fácilmente de rodillas y orando a Dios.
Dios nos dio un cheque en blanco en Jeremías 33:3;
«Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.»
He estado usando mi cheque en blanco a cada oportunidad, y Dios ha contestado y me ha mostrado cosas grandes y poderosas que no sabía. ¿Empezarás a usar tu cheque en blanco?.
PUNTO CLAVE: La vida sin oración es una insensatez.
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Amén