Devocional Cielos Abiertos

¿UNA AYUDA IDÓNEA EN VERDAD? – 2

Memoriza: “La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos.” Proverbios 12:4

Lee: Proverbios 31:10 – 31

Elogio de la mujer virtuosa

10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?

Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

11 El corazón de su marido está en ella confiado,

Y no carecerá de ganancias.

12 Le da ella bien y no mal

Todos los días de su vida.

13 Busca lana y lino,

Y con voluntad trabaja con sus manos.

14 Es como nave de mercader;

Trae su pan de lejos.

15 Se levanta aun de noche

Y da comida a su familia

Y ración a sus criadas.

16 Considera la heredad, y la compra,

Y planta viña del fruto de sus manos.

17 Ciñe de fuerza sus lomos,

Y esfuerza sus brazos.

18 Ve que van bien sus negocios;

Su lámpara no se apaga de noche.

19 Aplica su mano al huso,

Y sus manos a la rueca.

20 Alarga su mano al pobre,

Y extiende sus manos al menesteroso.

21 No tiene temor de la nieve por su familia,

Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

22 Ella se hace tapices;

De lino fino y púrpura es su vestido.

23 Su marido es conocido en las puertas,

Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

24 Hace telas, y vende,

Y da cintas al mercader.

25 Fuerza y honor son su vestidura;

Y se ríe de lo por venir.

26 Abre su boca con sabiduría,

Y la ley de clemencia está en su lengua.

27 Considera los caminos de su casa,

Y no come el pan de balde.

28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;

Y su marido también la alaba:

29 Muchas mujeres hicieron el bien;

Mas tú sobrepasas a todas.

30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;

La mujer que teme a Jehová, esa será alabada.

31 Dadle del fruto de sus manos,

Y alábenla en las puertas sus hechos.

BIBLIA EN UN AÑO: Habacuc 1 – 3

MENSAJE

Hoy, concluiré mi enseñanza sobre lo que es ser una verdadera ayuda idónea. Hay esposas que se proclaman ayuda idónea pero no lo son. Como esposa, si escondes dinero, dicieno, “Mi dinero es mi dinero, y el dinero de mi marido es nuestro dinero”, no estás siendo ayuda idónea. para ayudar a alguien, debes de querer sacrificar tus recursos. No puedes decir que estás ayudando cuando no cubres las necesidades que puedes permitirte fácilmente. Sí, es la responsabilidad del marido mantener el hogar, pero siempre que puedas permitírtelo, sería de mucha ayuda el decir, “No te preocupes por esto, ya me he ocupado yo de ello”. Ayudar a alguien implica quitarle cargas a esa persona y no verla llevar toda la carga sola.

Como ayuda idónea debes de estar completamente involucrada en lo que tu marido hace, la estar ahí para ayudarle en las áreas que necesita ayuda, especialmente cuando te la pide. No puedes ser ayuda idónea si no eres sumisa. Si tienes que ayudar a alguien con algo, te darán instrucciones en cuanto a cómo ayudar. Cuando te dan instrucciones, tu respuesta debe de ser, “Si cariño”, si dices, “No”, queda claro que no quieres ayudar. Si quieres sugerir una idea mejor, tu respuesta debe de ser, “¿Y si lo hacemos de esta manera?” en vez de un “No” rotundo. Si realmente estás interesada en el éxito de tu marido, harás todo lo que puedas para ayudarle.

Cuando me mudé con mi familia a la Ciudad de Redención, no fue algo conveniente para mi esposa. Ella se mudó de una gran ciudad, a un lugar en medio del bosque, y la casa a la que nos mudamos no tenía ni ventanas – allí es donde está el Centro Internacional de los Cielos Abiertos hoy en día. No solo mi esposa tuvo que mudarse a un lugar tan incómodo, sino que también empezó un riguroso evangelismo rural en los alrededores. Ella reunió a un pequeño grupo de persona para que la ayudaran, y viajaban a muchas aldeas a varios kilómetros de distancia, predicando el evangelio. Algunas personas no querían escuchar sobre Cristo, mientras que algunos decían que ya eran parte de una iglesia más grande. Sin embargo, ella persistió y fue capaz de establecer la mayoría de las parroquias que tenemos alrededor de la ciudad hoy, incluso hasta llegar a Ibafo, que está a unos 20 kilómetros. Ella es un ejemplo de ayuda idónea, esa ayuda que se involucra y hace todo lo que está en su poder para ver a su marido tener éxito.

REFLEXIÓN: ¿Eres realmente ayuda idónea para tu esposo?

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Amén