Memoriza: «Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.»1 Pedro 3:7
Lee: 1 Corintios 13:4 – 8
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
BIBLIA EN UN AÑO: Miqueas 5 – 7
MENSAJE
La Biblia dice que los maridos tienen que amar a sus esposas así como Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25). Esta analogía es suficiente para decirnos directamente que el amor no es una emoción o un sentimiento, sino el acto continuado de decidir siempre lo mejor para tu esposa. En otras palabras, lo mejor para tu esposa se debe de convertir en tu prioridad.
En Lucas 22:42, Jesús no quería morir por la iglesia. Él intentó de convencer a Dios de que el inminente sufrimiento que le esperaba, pasara de largo. Él oró tanto que Su sudor era como sangre, pero había que hacer lo que había que hacer. Él fue a la cruz, sufrió la vergüenza, el dolor y la muerte por aquellos que Él amaba. Esto es lo que los maridos tienen que hacer por sus esposas; amarlas como Cristo amor a la iglesia, y se dio a Sí mismo por ella. Marido, ¿puedes hacer esto por tu esposa?
Cuando veo a maridos Cristianos comprando ropa nueva y zapatos para ellos mismos, mientras que sus esposas visten con ropa gastada y vieja, me pregunto si ellos leen sus Biblias si quiera. Aún peor son los hombres que pegan a sus mujeres. Como marido, si amas a tu esposa, cuidarás bien de ella y pondrás sus intereses por encima de los tuyos. El dinero será poco sacrificio para hacerla feliz. En Nigeria, los hombres de la tribu de los igbo, son conocidos por realmente cuidar de sus esposas. En la tierra de los igbo, cualquier hombre que pega a su esposa o no la cuidad es llamado Efulefu. Un Efulefu es alguien que es menos que inservible, vació y que no tiene nada bueno que ofrecer. Esta es una creencia generalizada entre los no creyentes, cuanto más los Cristianos que han recibido el mandato de parte de Dios de cuidar a sus esposas y familias (1 Timoteo 5:8).
» Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.» – Efesios 5:28
El pasaje anterior instruye a los maridos a amar a sus esposas de la misma forma que aman sus propios cuerpos. De la misma forma que ellos comen buena comida, se visten con ropa buena y no permiten que su cuerpo sea dañado, ellos tienen que tratar a sus esposas de la misma manera. Como marido, debes usar lo mejor de tus recursos, palabras y acciones para mostrar a tu esposa que la amas. Cuando haces esto, eres verdaderamente un buen marido, y una ventaja que tienen los buenos maridos, de acuerdo con el versículo a memorizar de hoy, es que Dios escucha sus oraciones.
REFLEXIÓN: Como marido, ¿estás cuidando bien de tu esposa? ¿Puede alguien verla y decir que tu realmente la quieres?
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Amén