Devocional Cielos Abiertos

FRÁGIL EN LAS MANOS DE DIOS

Memoriza: “Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.” Salmos 38:10

Lee: Salmos 39:4 – 7

Hazme saber, Jehová, mi fin,

Y cuánta sea la medida de mis días;

Sepa yo cuán frágil soy.

He aquí, diste a mis días término corto,

Y mi edad es como nada delante de ti;

Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah

Ciertamente como una sombra es el hombre;

Ciertamente en vano se afana;

Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?

Mi esperanza está en ti.

BIBLIA EN UN AÑO: Amós 1 – 4

MENSAJE

En el texto Bíblico de hoy, David le pidió a Dios que le mostrara lo frágil era él realmente. Este era un hombre que había sido testigo de cómo su altamente exaltado rey, el Rey Saúl, de repente empezó a actuar como un loco en varias ocasiones y necesitó la música de un arpa para calmarle (1 Samuel 16:23). Este era un hombre que usó una simple piedra para abatir a un gigante que había aterrorizado su país durante 40 días con sus noches (1 Samuel 17). Como humanos, tenemos la tendencia a creer que somos fuertes y que estamos en control, pero en realidad Dios es Aquel que nos sostiene (Isaías 41:8 – 10).

En Daniel 4:30, Nabunodosor estaba jactándose de sus grandes logros, pero en la misma hora, él estaba a cuatro patas, comiendo hierba con las bestias del campo (Daniel 4:31 -33). Él era realmente un gran rey, pero Dios le humilló en un instante. No importa lo grande y poderoso que sea un persona, Dios puede humillarla en un abrir y cerrar de ojos. El rey Herodes pensó que era poderoso y que podía capturar y matar a quien se le antojara (Marcos 6:16 – 17), pero justo en frente de su pueblo, él fue devorado por simples gusanos (Hechos 12:23). Cuando Dios quiere mostrar que Él está en control, Él puede usar hormigas para abatir a un elefante. Esta es la razón por la que tu siempre me verás siendo humilde, arrodillándome para adorar a Dios en público, y entregando todo mi ser a Él. Sé lo que estoy haciendo porque se que sin Él, no soy nada. Sé que no importa lo poderoso que la gente piense que soy, Dios puede quebrantarme como un palillo si le ofendo.

Siempre vive consciente de que eres frágil en las manos de Dios; nunca pienses que estás en control. Ten en cuenta en todo momento que Dios está en control. Los productores de un programa de televisión popular en Nigeria, siempre dicen que no somos más que lápices en las manos del Creador. Si piensas que eres mejor que otra persona, ten en cuenta que solo eres un lápiz en las manos de Dios, y Él puede hacer contigo lo que le plazca. Como David, pídele a Dios siempre que te recuerde lo frágil que eres en Sus manos.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, no permitas que yo me olvide de lo débil e indefenso que estoy en Tus manos.

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Amén