Memoriza: «El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.» Proverbios 28:20
Lee: Eclesiastés 3:1 – 11
Todo tiene su tiempo
3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
BIBLIA EN UN AÑO: Joel 1 – 3
MENSAJE
Dios hace todo bonito a Su tiempo (Eclesiastés 3:11). El perseguir vanidades del mundo ha robado a muchas personas bendiciones de parte de Dios, mucho más grande. No está mal querer conseguir algo grande o perseguir una buena causa, pero si intentas ser más rápido que Dios, quizás nunca consigas ese objetivo, y aún peor, quizás pagues por ello con algo que aprecias mucho. Dios conoce tus deseos; de hecho, es muy posible que Él sea el que puso esos deseos en tu corazón. Él sabe cual es el mejor momento y la mejor forma para que esos deseos se cumpla, así que no intentes ser más listo que Aquel que creó tu cerebro.
Hace años, fui engañado por un hombre que prometió hacerme comandante de un grupo paramilitar. Este hombre había estado enviándome mensajes a través de mi secretario por un tiempo, y así, un día, le di una audiencia. él me explicó como un grupo como los Boy Scouts había evolucionado para convertirse en una nueva agencia, y que él estaba buscando alguien para liderar este grupo espiritualmente. Normalmente, pregunto a Dios antes de involucrarme en cualquier cosa, pero esta vez, mi amor por el mundo militar en mis días de juventud nubló mis mejores instintos, y acepté ser el líder. él me dijo que necesitaría algo de financiación, la cual le proporcioné pensando en mi papel de líder. Sin embargo, luego averigüé que ese hombre era todo una mentira. Mi deseo de ser parte de un grupo paramilitar me hizo ir por delante de Dios, pero Dios ya había planeado que la Ciudad de Redención tuviera su propio cuerpo de capellanes y su policía local. Él sabía el deseo de mi corazón, y Él había planeado que esto se cumpliera a Su tiempo. Pensé que podría hacer que mi deseo se cumpliera a mi tiempo, pero estaba equivocado. Lo que perdí en esa experiencia fue dinero, pero otra persona, podría haber perdido su vida o la de un ser querido.
La Biblia deja claro que Dios se deleita en nuestro bienestar y prosperidad (Salmos 35:27, 3 Juan 1:2). Por lo tanto, no esta mal desear riquezas. Él definitivamente te hará prosperar, pero a Su tiempo. Sigue los tiempos de Dios; no intentes ser más rápido que Él.
PUNTO CLAVE: No intentes ser más rápido que Dios, para que no acabes perdiendo más de lo que pensabas ganar.
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Amén