Devocional Cielos Abiertos

LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

Memoriza: «Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.» 1 Juan 5:3

Lee: Lucas 11:27 – 28

Los que en verdad son bienaventurados

27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. 28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

BIBLIA EN UN AÑO: Oseas 1 – 4

MENSAJE

Cuando Dios da un mandamiento, muchas personas piensan que es para Su propio bien, pero cada mandamiento que Él da es para nuestro bien. Cuando desobedeces a Dios, estás en realidad haciéndote daño a ti mismo; Él sigue siendo Dios tanto si le obedeces como si no. Aquellos que eligen desobedecer a Dios son los que están perdiendo realmente, no Dios.

Cuando Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo por Él, no fue porque Él quería comerse al chico para desayunar; fue porque Él quería que la obediencia de Abraham abriera la puerta a bendiciones irreversibles para él y su simiente. Si Abraham hubiese desobedecido, él habría perdido una bendición gradísima. Cuando Elseo le dijo a Naamán que fuera y se lavara en el rio Jordán, no fue porque él quería humillarle, fue porque quería que fuera curado de la lepra. Naamán casi pierde su sanidad por culpa de su orgullo. Si no hubiera ido a lavarse en el río Jordán, Eliseo no hubiera perdido nada, pero Naamán hubiera muerto como leproso. Cuando Dios te da una instrucción, no importa lo difícil que sea, tienes las de ganar si obedeces.

Dios le dio al hombre un regalo especial, y esto es el libre albedrío. Este libre albedrío es una de las cosas que nos hacen especiales por encima de todas Sus otras creaciones. Puedes decidir obedecerle o desobedecerle si quieres. Sin embargo, para justificar cualquier bendición que Él quiere darte, Él quiere que tu le obedezcas por propia voluntad. Si desobedeces Su instrucción, estás usando to libre albedrío en contra de Él, y eso te descalifica para recibir las bendiciones que van asociadas a su instrucción. Cuando Dios envió a Elías a la viuda de Sarepta para pedirle comida, él le dijo a la mujer que le diera su última comida. No era Elías quien necesitaba el milagro; Dios ya había estado alimentándole de forma sobrenatural hasta ese momento. Dios quería probar a la viuda para ver si ella usaría su libre albedrío para ella misma o para Él. Ella pasó la prueba, y como recompensa, ella tuvo comida más que suficiente para aguantar durante la hambruna. También, cuando su hijo murió en 1 Reyes 17:17 – 22, porque ella había obedecido a Dios, Elías estaba ahí para resucitarlo.

Obedecer a Dios es siempre para tu bien.

PUNTO CLAVE: Nunca pierdas la oportunidad de mostrar que tu libre albedría es para Él.

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Amén