Memoriza: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.» 1 Timoteo 1:7
Lee: Filipenses 4:6 – 7
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
BIBLIA EN UN AÑO: Job 40:1-42:17; 2 Corintios 5:11-21
MENSAJE
Otro truco que el diablo siempre tiene a mano, especialmente en los hijos de Dios, es el miedo. El miedo es una falsa evidencia que parece real, y el diablo lo ha usado para impedir que muchos creyentes disfruten de la vida abundante que Dios ha preparado para ellos.
Los estudioso de la Biblia han descubierto que la frase «no temas» aparece 365 veces en la Biblia, que puede implicar que Dios te está diciendo «no temas» cada día. En Mateo 14:22 – 36, Pedro vio a Jesús caminando hacia él y los otros discípulos, sobre el agua, y le preguntó si podía ir con Él. Jesús le pidió que viniera, y él se paró sobre el agua, y empezó a caminar hacia Jesús. De repente, cuando miró a su alrededor, le entró miedo, e inmediatamente empezó a hundirse. La razón por la que muchos hijos de Dios ceden al miedo es porque miran a su alrededor y se ponen a pensar en las situaciones desagradables a su alrededor. Algunos otros no se valoran lo suficiente y piensan que nunca podrán conseguirlo basándose en su pasado, su familia, el entorno en el que viven, etcétera. Sin embargo, deberías de ser como el Salmista en Salmos 121:1; mirar hacia arriba, pues tu ayuda proviene de Dios.
Dios no te ha dado un espíritu de miedo, Él te ha dado un espíritu de poder, amor, y dominio propio. Cuando pones tu fe en Dios, el miedo automáticamente es desplazado.
CONFESIÓN: Me libero de los grilletes del miedo. Tengo dominio propio. Tengo la mente de Cristo, supero todo desafío, en el nombre de Jesús.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén