Devocional Cielos Abiertos

LA ENVIDIA DESTRUYE

Memoriza: “El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.” Proverbios 14:30

Lee: Gálatas 5:19 – 21

19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 13 – 15

MENSAJE

Lo más peligroso sobre la envidia es que abre el corazón a muchas cosas malvadas. Cualquiera que permite que la envidia entre en su corazón, está a solo a unos pocos pasos de albergar muchos otros males. Caín no tenía ninguna intención de matar a su hermano hasta que la envidia entró en su corazón. Ellos debieron estar muy unidos, pero el día en el que la envidia entro en su corazón, abrió la puerta al pensamiento de matar a su hermano. En Números 16:1 – 33, Coré y su grupo se levantaron en contra de Moisés porque envidiaban su posición, y la tierra se los tragó. Cuando ves a alguien con algo que te gustaría tener, en vez de envidiarle, alégrate por esa persona. Romanos 12:15 dice:

“Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

Si a alguien le va a mejor que a ti en los negocios, el ministerio, o en cualquier otra área, no le envidies, en vez de eso, regocíjate con la persona. Si, quizás sientas un poco de envidia al principio, pero el peligro viene cuando permites que esa envidia se quede en tu corazón y crezca.

“Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.” – Santiago 3:16

De acuerdo con el versículo anterior, la envidia es socia de la contienda, y donde existen las dos, siempre habrá maldad. Esta es la razón po la que no debes de permitir que el sentimiento de envidia se quede en tu corazón y arraigue en él. En el momento en el que te encuentres a ti mismo sintiendo envidia por otra persona, trabaja en tu mente para disipar esa envidia y reemplazarla con gozo. Para trabajar en tu mente, puedes pedirle a Dios que te ayude a no sentir envidia. También puedes orar por esa persona, porque eso realmente hará que el diablo se enfade cuando él está intentando que te centres en cosas que te harán sentir envidia, pero en vez de conseguir que tengas envidia, tú estás orando por la persona. Él también dejará de intentar que sientas envidia después de eso.

Si permites que la envidia entre en tu corazón, estás abriendo la puerta a la destrucción. Proverbios 14:30 dice:

“El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.”

Guarda tu corazón en contra del veneno llamado envidia, porque éste lleva a la destrucción.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, mata toda forma de envidia en mi vida, en el nombre de Jesús.

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Amén